Había una vez dos amigas, una se llamaba María y la otra Sara, a María le encantaba presumir, tenía como si fuese su sirvienta a su amiga: Sara, para que le hiciese todo. Una mañana Sara se cansó de que la estuviesen mandando todo el rato y se buscó otra amiga y la encontró se llamaba Inés. Las dos se hicieron mejores amigas. Una tarde estaban las dos jugando y María se les acercó y le pidió perdón a Sara y les preguntó si podía ser su amiga también, ellas le contestaron que sí. Así que al final se hicieron las tres mejores amigas.
Moraleja: Valora a tus amigas.