Había una vez dos amigas, una se llamaba Marta y la otra Ana. En clase les mandó el profesor hacer un proyecto y en un intento falló y Lidia que era otra compañera de su clase se burló. Cuando llegó el dia del concurso a Lidia se le estropeó su proyecto y Marta y Ana no se burlaron de ella sino que la ayudaron a reconstruirlo. Lidia ganó el concurso pero el premio se lo dió a Ana y Marta y les dijo que se lo merecían mucho más que ella.
Moraleja: No se devuelve con la misma moneda, sino que se ayuda a quien lo necesite.