3. Funny.

49 3 0
                                    

- Pagarás con tu cuerpo. Ahora eres mío.

________

Ya ha pasado una semana desde entonces pero..¿¡POR QUÉ TENGO QUE ESTAR FREGÁNDOLE LOS PLATOS!? Agh, cuando dijo eso pensé que me violaría o algo así, pero no, ahora me trata como si fuera un criado. No sé qué es peor..

-¡Ciel! Ven aquí,me duele la espalda.

-¡Pues te aguantas,kai!

-No, no... Es señor Kai, y te recuerdo que aún estás en deuda conmigo.

Como lo odio..."¡Muere y ve al infierno,ogh!" Eso es justo lo que pienso, sin embargo no lo digo y obedezco. Sé exactamente lo que quiere, así que entre gruñidos me acerco al sofá y subiendo una pierna me siento en el mismo para poder comenzar a masagear sus hombros cómodamente, haciendo halago de todo mi control para no romperselos.

-¿Hasta cuándo piensas tenerme así?

-Hasta que me canse.

-Pero..¡Pero ya ha pasado una semana! Además, solo estuve aquí dos horas.. -Le digo sin poder contener un suspiro.

Él no dice nada, solo me coge la mano y tira de mi brazo hacia delante, provocando que quede echado sobre su espalda. Gira la cabeza y me mira sonriente, una sonrisa ladeada que ya conocía bien y que me daba escalofríos. Algo quería..

-Tengo algo para ti.

_______10 minutos más tarde.

¿¿¡Eeeeeeeh!? NO QUIERO LLEVAR ESTO, NO NO Y NO.

~Kai~

Sentado en el sofá espero impaciente, seguro que los gritos no se harían esperar mucho más. Y justo como pensé:

-¡Kaaaaai! ¿¡Qué diablos es esto!?

Y al instante,el rostro enojado del muchaho apareció ante mi y yo,sin contenerlo ,rompo a reír en limpias y sonoras carcajadas. Esto pintaba a diversión.

Horas antes me las había arreglado para coger a escondidas unos de los disfraces de mi hermana y ahora Ciel lo llevaba puesto. Ah.. se veía incluso adorable llevando este y con ese rubor en las mejillas, el cual no sabría decir si era de vergüenza o enojo. Se agarraba la falda del vestido con fuerza, arrugándola y alzandola un poco más arriba de sus muslos,sus piernas delgadas eran adornadas con unos calcetines altos negros que acababan con unos bordados en blanco para hacer juego con aquel traje de maid en esos dos colores. Seguí paseando la mirada po su cuerpo, tratando de parecer serio, pero al detener la vista en su rostro volví a reír,¿cómo un chico podía tener un aspecto tan femenino? Si no llega a ser por su pecho plano cualquiera podría confundir a este rubito con una chica.

No sabría decir el por qué, pero algo me impulsaba a querer torturarlo, a tenerlo a mi merced,a dominarlo, a hacerle sufrir. No sé, tal vez fuese su..¿aspecto? Parecía tan frágil, el típico niño rico, mimado y consentido. Todo lo contrario a mi.

-Pero mírate, ¡preciosa!

-QUE NO ME TRATES DE NIÑA.QUE SOY UN CHICO. -Dijo con el ceño fruncido,mirándome rojo cual tomate. Há.

-¿Mh? No me fío..creo que lo mejor será comprobarlo,¿no crees?

Me levanté del sofá tras pronunciar estas palabras y me acerqué a él, pero como imaginé, se apartó nervioso.

~Ciel~

Lo vi acercarse y mis piernas comenzaron a temblar. ¿Comprobarlo..? Retrocedi unos pasos y negué varias veces con la cabeza, temiendo por la forma en la que lo querría comprobar.

-NO NECESITAS COMPROBAR NADA. SI TE DIGO QUE LO SOY ES QUE LO SOY. IDIO...

Pero mi voz se cortó en cuanto el calor del aliento ajeno chocó contra mis labios, para después, sentir como su mano se adentraba bajo la falda, acariciandome el muslo lentamente mientras subía la mano. Tan solo unos segundos más y yo ya no lo aguanté más; lancé un grito y volví a retroceder, esta vez con las manos en la tela para evitar otra intromisión bajo esta.

Las mejillas me estaban ardiendo en ese momento, quería gritarle, golpearle, pero estaba tan enojado como avergonzado, y esto último no me dejaba moverme.

-¡Hermanito! ¿Se puede saber qué estás haciendole a Ciel?

Mi salvación acaba de llegar.

-Ana...

O eso creía..

-Waaaa,¡qué monada! *3*

Shit.

Será esto a lo que llaman...¿amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora