Capítulo 3.- 12 de Noviembre,1962 El que vino del Tren

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La noche del 12 de Noviembre algo inconveniente para todos pasó, el tren que viajaba desde Armagh, Irlanda del Norte, hasta Dublín se estropeo por el exceso de nieve en los rieles de aquella época; no era de esperarse que dijeran que pasarían horas para que pudieran arreglar el problema, afortunadamente estaban en el condado de Mealth, a algunos kilómetros del puerto de Cynfor, pero lo suficientemente lejos para llegar a Dublín, así que algunos pasajeros optaron para tomar posada en aquel lugar, ya que ya eran las 10 de la noche, y arreglar el tren tomaría aproximadamente 15 horas.

Entre los pasajeros estaban Réchard  Flament, y Charles Faure-Buad, 2 jóvenes artistas franceses de 22 años que emigraban a los Estados Unidos, pero antes, tendrían una presentación en Dublín, en el teatro de Gaiety. Charles era una persona impaciente así que ante esa situación pensaba “Tenemos que encontrar una posada por aquí", mientras que Réchard era una persona relajada pero egoísta a su manera; mientras algunas personas caminaban hacia Cynfor entre la tormenta de nieve, Charles se ponía cada vez más ansioso.

Réchard, tenemos que irnos de aquí apenas  hasta mañana este pedazo de hojalata funcionará—Le decía Charles molesto mientras miraba por la ventana llena de escarcha

Relájate hermano, esas personas van a un lugar que no tiene ni 2000 habitantes según me contó  el oficial—Comentaba con seguridad mientras se relajaba en el asiento

Pero..... ¿Nos quedaremos aquí hasta mañana?—Decía asombrado—A mí no me parece una buena idea.

No iremos allá y punto, nos quedaremos aquí hasta que se hayan completado 15 horas— decía decidido mientras se acomodaba el abrigo

Al pasar media noche, el lugar se llenó de más nieve y la carretera hacia Cynfor quedó cubierta, así que el tren tuvo que ahorrar energía para poder aguantar el arranque al día siguiente, el frio fue incrementando hasta que Réchard y Charles decidieron ir a Cynfor con 50 pasajeros más guiados por un oficial proveniente del tren mismo.

Al llegar cerca del poblado, solo se podía ver algunas luces de las casas que usaban sus chimeneas, y la pequeña luz del farol del puerto de Cynfor, cerca de las ruinas del fuerte. Réchard sin en cambio estaba un poco molesto por haber abandonado el tren unos kilómetros atrás, pero al final de cuentas ya no se estarían congelando en medio de la nada.

Algunas personas del poblado hospedaban a los pasajeros, mientras se acababan los lugares, el Tío de Tanmor y el señor Ruadh hospedaban a los dos franceses.

—Buenas noches muchachos, ¿Cuáles son sus nombres?—Les preguntó el señor Ruadh

—Bonne nuit je suis Charles et il est Réchard—Contestó Charles

— ¿Perdón muchacho?.....no te entiendo—Le decía el señor Ruadh con cara de duda

—Disculpe, lo olvidé, yo soy Charles  Faure-Buad, y él es mi amigo Réchard Flament somos franceses— Dijo en forma de disculpa, quitándose el sombrero

—Vaya, si gusta puedes quedarte en nuestra casa, y tu amigo puede quedarse con el señor Ruadh y su familia—Decía El tío de— Tarmon

Gracias a que las casas eran pequeñas, Réchard y Charles no pudieron quedarse en una misma casa así que esa noche durmieron en diferentes lugares; Tanmor sin embargo tuvo que compartir habitación con Charles en el segundo piso de la casa de su tío donde vivía, y al ser francés, Tarmon frecuentemente le preguntaba.

—Oye ¿de qué parte de Francia son ustedes?—Preguntaba Tanmor

—Mmmmm somos de Marsella, pero muy pronto  arribaremos New York—Decía con una sonrisa en la cara

— ¿Y qué clase de maleta es esta?, tiene forma exótica—Le preguntaba mientras agarraba un extraño estuche

—Oye deja eso, es mi violín ¿nunca en tu vida habías visto uno?—Dijo quitándoselo de las manos

—Así que músicos, ¿eh?..... Famosos—Decía mientras sacaba unas cobijas del armario

—Casi famosos, iremos mañana a Dublín a dar una presentación en el teatro Gaiety, y después a América—Decía con anhelo mientras miraba atravesó de la ventana de segundo piso

—Mmmmm pues que tengan mucha suerte, esta será tu cama—Decía viéndolo con curiosidad

—Merci, solo espero que con este frio espero no morir— Decía con humor—Y tú... ¿qué haces en este pueblo?

—Pues soy herrero, pero al final no espero emigrar a otro lugar—Explicaba con seguridad

Al oír esto Charles empezó a desatinar, no porque le molestara, sino porque al final de cuentas él y Réchard habían huido de Francia para poder progresar, en ese momento Charles empezó a contarle la gran historia y los proyectos que Réchard y el tenían en mente; pero cuando le dijo que habían visitado Londres, Tarmon se acordó de Rosaleen y se le iluminaron los ojos al instante.

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⏰ Última actualización: Dec 25, 2014 ⏰

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