Capítulo.-2 7 de Noviembre, 1962-La vida en Cynfor

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Cada mañana  Rosaleen se levantaba como siempre a hacer sus actividades cotidianas, se vestía y se iba a terminar unos estudios que tenía en una pequeña ciudad cercana, aparte de aprender inglés desde los 16, acababa de cumplir 20 el mes pasado, y era una chica muy optimista y defensiva, pero consiente de su futuro;  al ser un poblado pequeño de tan solo 1750 habitantes, Cynfor no ofrecía de mucho de donde progresar, sus mayores recursos eran los pesqueros; así que ella trabajaba en un pequeño café para algún día irse a vivir a Londres; cosa difícil para su familia en aquellos tiempos.

Una mañana en el pequeño café, las radios constantemente hablaban sobre la recuperación de Europa, y la gran inmigración que había hacia los Estados Unidos en los tiempos de crisis, sin embargo una pequeña cantidad inmigraban al Reino Unido.

Tan solo pensar en  ello, Rosaleen anhelaba salir por fin de ese lugar, mientras trabajaba arduamente en el café.

Rosaleen, te necesito mañana a la misma hora—Dijo su jefa mientras atendía unos pedidos

Por supuesto señorita Johnson—Contestaba Rosaleen un poco cansada

En aquel lugar solo pasaba una carretera que conectaba el pequeño puerto de Cynfor, hacia el norte se iba a los poblados de Louth e Irlanda del Norte y al sur a Dublín; esa carretera era visible en el café donde Rosaleen trabaja, y continuamente miraba la ventana para ver el camino que algún día la llevaría a Londres.

Desgraciadamente ganaba muy  poco dinero para llegar a Dublín, incluso para tomar una embarcación hacia Londres, lo cual era carísimo

Al llegar a su barrio, su madre la esperaba en una silla sentada mirándola por la ventana de  casa; su amigo Tarmon trabajaba como herrero del pueblo con su Tío, y no olvidaba saludarla cada vez que la miraba pasar por aquella calle.

Rosaleen, ¿cómo van las finanzas hoy eh?—Decía con una sonrisa en el rostro— ¿Cada vez más cerca de Londres?

Ojalá, porque con lo que gano no me alcanza para sustentarme lo suficientes, ya ves mi padre no gana mucho pescando—Decía cansada

Mmmmmm.... pues te desanimes, mírame a mí, si quieres podemos ir al platicar al fuerte dentro de un rato, ¿Te parece?—Decía mientras golpeaba unas varillas metálicas sacadas del horno

Claro te veo ahí en hora y media—Contestaba mientras entraba a su casa

Al entrar a su casa, se sentía el calor proveniente de la chimenea que estaba enfrente de la sala, sacaba la llave de la puerta con cuidado, y la cerraba mientras se quitaba el abrigo verde que traía; su madre que era ama de casa la esperaba para que la ayudara con las cortinas nuevas que estaba haciendo, era un lugar agradable, donde se olía el pino gracias a los muebles rústicos de aquel lugar, el techo protegía del invierno que  estaba presente, y se podía ver algo de nieve fuera de la casa que cubría parte de la calle atreves de las ventanas de madera.

Al finalizar la ayuda con su madre, Rosaleen se encaminaba al fuerte de Cynfor, el "Escondite", donde seguramente nadie encontraría a nadie por ser un lugar en ruinas; para llegar ahí, simplemente caminaba las calles hacia abajo para llegar a las costas del puerto, pasaba por varias casas de vecinos colindantes, algunos puestos donde se alcanzaba a oler lo que s, y por supuesto, el mercado de pescado De Cynfor, un lugar enorme donde había grandes cantidades de marisco provenientes del mar de Irlanda.

Al pasar por los botes de pesca del señor Ruadh, ya en la costa junto al muelle, se podía ver el fuerte de Cynfor, estaba encima de una montaña donde conectaba el mar, en esa época nevaba, así que varios lugares estaban cubiertos de nieve; Rosaleen usaba botas para poder caminar sobre la densa nieve que caía el suelo, y al llegar, ahí estaba Tarmon cerca de una fogata.

Ahí e detuvieron a platicar un rato como siempre lo hacían.

¿Y cuánto llevas para tu viaje?—Preguntaba Tarmon, mientras se calentaba las manos en la fogata

Pues..... Menos de un cuarto para mi boleto a Londres—Decía mientras miraba la llama de la fogata

¿Y qué harás allá?, es un lugar muy lejos—Preguntaba mientras la volteaba a mirar a los ojos

Rosaleen nunca se había puesto a pensar en eso, pero realmente sabía que quería llegar allá, porque deseaba que ese fuera su destino.

No sé todavía, pero sé que mi destino esta allá—Decía con seguridad—Aparte no pienso casarme.

Vaya, pues deberías estudiar algo, por lo menos ya sabes inglés, mírame a mí, no estudié y ya gano para vivir—Decía con una sonrisa burlesca en su cara

Muy chistoso, yo también trabajo y si gano para vivir—Le decía a Tarmon con cara de amenaza

¿Crees que pase algo en futuro?—Preguntaba mientras miraba el cielo nublado de Irlanda

¿A qué te refieres?—Preguntaba con cara de duda

No sé..... Que alguien venga mañana y te cambie de parecer—Decía suponiendo

—No lo creo, al final dicen que los sueños no se destruyen.....—

Solo se transforman—Decía Tarmon mientras la interrumpía

Al final del día ambos apagaban la fogata y regresaban a casa, pero como si fuera algo raro, Tarmon sentía que algo ocurriría en los próximos días de invierno de aquel año.

"Llévame contigo, que yo también quiero ir"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora