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Los últimos jugadores de Williams entraron al vestidor de forma sonora, riendo por la ventaja que llevaban sobre Brown. Piers estaba a punto de abrir la puerta para entrar al vestidor y darles indicaciones a sus chicos, cuando vio una figura conocida que se dirigía a él.

Aparto la mano de la puerta y camino para encontrase con él, lejos de los vestidores.

– Coach, necesito su ayuda... – dijo de forma firme.

– ¿En que necesitas que te ayude Louis?

Louis sonrió al Coach Piers, sabía que era el único que podría ayudarle, y se dispuso a solicitársela.

* * * * * *

El medio tiempo en el estadio dio comienzo con la presentación de las porristas de Williams para continuar con las de Brown. La música y los gritos de la gente no paraban. Los comentaristas deportivos hablaban constantemente de todo lo que se veía en el campo. El duelo de ambas universidades estaba resultando un verdadero espectáculo. Comenzando con los magnificas lanzamientos del mariscal de campo de Williams, que parecía usar el balón como si fuera una bala de cañón y eso no lo decían los del equipo contrario, lo decían sus mismos compañeros. Pero aun estaba por verse si el mariscal de campo iba a continuar o no en el partido, después de lo que el tacler lateral de Brown le había causado.

– ¿Un espectáculo? – dijo sonriendo Emma mientras veía por la ventana del cuarto de audio – y eso que aun no han visto lo mejor.

* * * * * *

Stella iba caminando por los pasillos rumbo a los vestidores buscando a una persona en particular. Sabía que no era el mejor momento para hablarle, pero no iba a tener tiempo cuando el partido acabara. Y ahora que había encontrado el coraje suficiente para acercarse a él no iba a desperdiciar la oportunidad.

Llego hasta uno de los corredores, sabía que los vestidores estaban del otro lado de esa puerta. No debía entrar, pero quería hacerlo. Estaba a punto de empujar la puerta cuando una voz a sus espaldas la detuvo.

– ¿Stella? – Stella volteo al reconocer la voz.

– Simon, justo a la persona que vine a buscar – dijo ella sonriendo al verlo parado detrás de ella.

– Vas a disculparme Stella, pero no es el momento ni el lugar para hablar – dijo Simon tomando del brazo para acompañarla al otro lado de los pasillos. Pero Stella no estaba dispuesta a irse sin decir a lo que había ido.

– Simon, sé que no es ni el lugar ni el momento. Pero necesito que sepas algo.

– Con todo respecto Stella, pero no tengo tiempo ahora – dijo Simon soltándola del brazo y dándose la vuelta para regresar a los vestidores.

– Simon, has perdido 10 años, ¿No puedes perder solo dos minutos? – Simon se detuvo al escuchar lo que Stella dijo y se volteo para verla – No sé ni cómo empezar, pero tratare de ser breve. Quisiera que leyeras una novela – dijo sacando de la bolsa de su chaqueta la novela de Connor que Piers había dejado en su departamento.

Simon vio el libro, y se dio cuenta que Stella sabía. Y si ella sabía entonces también Piers. ¿Pero porque iba ella a buscarlo y no él? ¿Porque?

– Ya la leí – dijo en voz baja.

– Entonces ya estas enterado? – pregunto Stella contrariada – ¿Entonces si sabes porque no lo has buscado?. Piers pensó que nunca leerías una novela. Por eso no te ha buscado para intentar explicarte. Connor ya nos confirmo que lo que dice esta novela es cierto, pero él se va o se fue esta tarde y Maia ha desaparecido. Solo queda esta novela como testigo de lo que paso.

Juego de dos ➳ larry & ziall [adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora