02 -las lágrimas de freya (parte 1)

598 83 51
                                    


[día 1]

Namjoon volvió al museo al día siguiente a la hora acordada para dar inicio al proyecto y, al contrario de la tarde anterior se sintió dudoso de si realmente debía seguir ahí. Durante toda la noche estuvo dando vueltas en la cama de la habitación del hotel en el que se registró meditando acerca de lo tonto que sería intentar explicarle sus más profundos sentimientos a una desconocida.

Pam.

Lo había cautivado en cuestión de segundos cuando se cruzaron por primera vez, y sin tapujos se dejó envolver por la atmósfera clandestina del proyecto y las miradas de los desconocidos, las palabras de Trent y la ligera sonrisa de Pam.

Sin embargo, había sido algo efímero guiado por la euforia y cuando se piensa con la exaltación de los sentimientos no se es objetivo. Por eso Joon pensó durante toda la noche que quizás debía dejarlo ir, de todas formas Pam ni siquiera voltearía a mirarlo como él la miraba a ella.

Todo terminaría luego de una semana y tan cierto como que se llamaba Kim Namjoon volvería a Corea con el fantasma de una chica de la que sólo tuvo la oportunidad de admirar en la lejanía con una atracción que moriría en el mismo momento en el que se montara en su avión.

Cruzó las puertas del museo y sin prestar mucha atención a los cuadros como otras veces caminó hasta la sala interactiva. Se volvió a llenar de ese misterio que circulaba en la sala y afinó un poco la vista para notar que varias personas ya tenían dispuestos cortes de papel irregulares y lapiceros.

Había llegado sólo 10 minutos tarde.

— Bienvenido señor —dijo una de las trabajadoras que le ofreció un papel igual al que había visto en los participantes y un lapicero. Le indicaron un asiento para que escribiera cómodamente y finalmente le explicaron que una vez que terminara la nota por favor se la entregara a ella con el apodo de su pareja escrito en la esquina inferior derecha.

Joon asintió y seguidamente su mirada captó a Pam sentada en una de las esquinas de la sala y su corazón tembló.

Si habían sido emparejados entonces ¿qué palabras estaba escribiendo para él en el anonimato? 

Por error, el día anterior Namjoon había descubierto el nombre de la castaña que hoy se veía más radiante pero más solitaria que el día anterior. Pero ella... Pam no sabía que Moni era él. 

¿O sí?

Se sentía un poco tramposo pero a la vez sumamente ansioso. 

Pam levantó discretamente la mirada y la paseó por la sala buscando algo, sin embargo, cuando sus ojos chocaron por accidente con los de Joon ella volvió de nuevo a trabajar diligentemente en su nota.

Joon tragó duro y se sentó decidido a escribir lo primero que se le ocurriera. Después de todo, ¿cómo podría comenzar una conversación hablando directamente de algo profundo? Ni siquiera él sabía a ciencia cierta qué le diría a Pam. Después de todo, él llevaba mucho tiempo ignorando sus sentimientos y le era difícil explicarlos.

Puso manos a la obra y luego de subir las mangas de su suéter marrón tomó una ligera bocanada de aire, cerró los ojos y se dejó envolver por unos minutos por el ambiente de silencio, misterio y anonimato de la sala.

Nunca se había sentado a hacer algo como aquello y pensar en abrir su corazón era un reto que le era totalmente desconocido. Quizás fuera un genio para muchas cosas pero cuando se trataba de emociones no era del todo el mejor alumno.


¿Quién eres?


praised → kim namjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora