al apenas entrar vi un par de candelabros gigantes que brillaban, no por la luz que emanaban e iluminaba la gran sala sino por los pequeños cristales que estaban colgando de ellos, el suelo era blanco y resplandeciente, habia una gran multitud vestida de manera casual pero sin perder la gracia los cuales hablaban en un tono de voz adecuado permitiendo que el ambiente no se hiciera pesado, una gran piano negro estaba siendo tocado por alguien que tenía grande agilidad con los dedos, dejando fluir su melodía en el escaso silencio, variedad camareros que paseaban entre los grupos de personas repartiendo bebidas o apreritivos y finalmente una alfombra carmesí que te dirigía a los pisos superiores.
yo me encontraba en un estado total de sorpresa pero sin demostrarlo físicamente, nunca había visto algo parecido a esto aunque taehyung no se veía tan conmovido ya que debe estar acostumbrado a ver este escenario.
- vamos al jardín, es más tranquilo allí - seguí sus pasos, llegando así a un ambiente rústico, un terreno llano que tenía paredes pequeñas de piedra para delimitarlo, había muchas menos persona que dentro de la mansión lo cual dejaba ver la noche estrellada y los árboles otoñales que decoraban el espacio.
taehyung notoriamente más alegre, fue donde uno de los camareros y cogió dos copas con un líquido burbujeante, se aproximó nuevamente a mi, iba a negar la copa pero ya la tenía entre mis frios dedos; nos quedamos cerca de la puerta que se encontraba intermedia entre la mansión y la zona campestre.
- ¿sabes a que me recuerda este lugar? - dijo estando a mi lado, con su copa llena de champán en la mano derecha y observando el paisaje silvestre.
- la pie de claude monet, pero en una noche de otoño y sin nieve - dije teniendo la imagen mental de la pintura que nombré; el pasar mucho tiempo con el menor hace que comiences a entender su mundo y todo lo relacionado con el, que comiences a ver piezas de arte en cada mínima cosa o en un simple paisaje y encontrar inspiración en cosas comunes.
no escuché ninguna respuesta a mi comentario, giré mi cabeza para contemplar al chico.
- leíste mi mente - dijo con una sonrisa genuina, una aún más poderosa que toda las que he visto en su rostro, ver su expresión era como ver una estrella fugaz cruzar los cielo; algo que no ocurre siempre, pero cuando lo presencias reconoces lo único que es y lo quieres ver una y otra y otra vez.
yo podría hacer que sonrías de esa manera por el resto de tu vida.
el pequeño período de tiempo en el que quedé en trance fue atacado por unos aplausos provenientes de la sala, taehyung inmediatamente dejó de desprender aquella magia y dio un gran trago, dejando la copa vacía y dejandola en una bandeja de unos de los camareros andantes.
en seguida vi como una chica delgada con un vestido pasar por la puerta, quien se dedicó a saludar a todo y cada uno de los invitados; ya con una simple mirada ya sabia perfectamente de quien se trataba, irene.
su presencia con un aroma a jazmín, llevaba aretes largos y dorados, un labial rosa oscuro que combinaba con su tono de piel, unos tacones negros, un vestido negro y corto, tenía mangas translúcidas con detalles brillantes, un cuello en "v" totalmente decorado, el cual comenzaba en la base de su cuello hasta la zona del ombligo pero toda la piel que debería estar desnuda estaba tapada con una fina camisa con cuello blanca de botones y finalmente la zona baja del vestido era terminado con pliegues leves, creando así ondas; un atuendo muy peculiar en muchos sentidos.
quieres ser el centro de atención, se puede notar a kilómetros de distancia.
ella estaba teniendo una pequeña charla con un grupo de tres chicas, levantó la mirada y nos vio a taehyung y a mi. en un instante, ya se encontraba al frente de taehyung con los brazos cruzados en el cuello del chico y este con sus manos en la cadera de la chica.
