Las tardes se sentían más heladas, el otoño hacía acto de presencia lentamente y los pastos se llenaban de hojas secas, un lindo espectáculo dentro de los jardines de la mansión. Los bosques que rodeaban a la residencia Kido dentro del perímetro eran realmente maravillosos y ambos chicos disfrutaban con la suave brisa de la tarde otoñal.
Seiya y Shun habían quedado para conversar algunas cosas importantes. El moreno pensaba realizar un viaje y necesitaba comunicarle sus planes al portador de Andrómeda.
"Sabes algo de Hyoga o Shiryu?", preguntó Seiya, deteniendo su andar. Shun también se detuvo.
"Hyoga sigue en Siberia y Shiryu en Rozan. De quien no he tenido noticias es de mi hermano. Luego de nuestra última batalla Ikki se fue y no supe más de él, pocas veces pasa tanto tiempo incomunicado", comentó el chico con pesar desviando su vista hacia el infinito. El fénix solía ser un hombre solitario pero Shun se preocupaba al no saber de su hermano
"Ya conocemos a Ikki, él sabe cómo cuidarse, si algo sucede créeme que serás el primero en saberlo. No hay motivos para preocuparse", trató de animarlo.
"Lo sé", respondió no muy convencido. "Espero se encuentre bien. Me he resignado un poco a sus formas... Seiya, ¿hay algo que querías decirme?", preguntó cambiando el tema de la conversación.
"Sí, necesito comentarles a ti y a Saori sobre mis planes"
"¿De qué se trata? Parece importante", preguntó Shun interesado mientras se sentaba en las hojas caídas bajo los árboles inspirando profundo el aire puro. Seiya se sentó junto a él.
"Creo que voy a Grecia por un buen tiempo, pero me preocupa dejar este lugar, sin Hyoga ni Shiryu seremos 3 menos por acá"
"No creo que sea un problema por ahora. ¿A qué vas?"
"Necesito ver a Marin. Quiero hablar con ella y... confirmar... "
Shun comprendió de inmediato. Una sonrisa melancólica. Empatizaba con Pegaso, tantos años buscando a esa persona y cuando creyó encontrarla, todo era una farsa, un vil truco.
"¿Tú crees que de verdad ella pueda... ser tu hermana?"
"No lo sé, pero finalmente y luego de tanto buscar es la pista más cercana que tengo"
Tan absortos estaban en su conversación que no se dieron cuenta de que alguien llegaba a la mansión por el portón principal, por el ala opuesta a donde ellos se encontraban.
Saori bajó las escaleras y ya en el primer piso la interceptó Tatsumi con un semblante poco amigable.
"Mi señora, la están esperando en la terraza"
Ella saludó a Tatsumi bajando levemente su cabeza.
"Gracias, Tatsumi"
"Tenga cuidado", le pidió con preocupación.
Algo inquieta retomó su andar hacia la salida que daba a la terraza del jardín interior. Se llevó una gran sorpresa al abrir la puerta que conectaba con el exterior y reconocer a su invitado. Sus ojos se abrieron con asombro al encontrarse con los de él.
"Tú... ¿Qué haces acá?"
Ausentes a esto, en los rincones boscosos que cerraban el perímetro de la residencia los chicos conversaban alegremente mientras recorrían los paisajes. Seiya estaba convencido: Partiría a Grecia en busca de Marin. Shun le había recomendado priorizar sus necesidades y con él en la mansión el santo de Pegaso se sentía más tranquilo. Si tenía suerte regresaría con muy buenas noticias.
"Seiya, de verdad deseo que puedas resolver todo esto, son muchos años de espera, en lo que pueda ayudar ahí estaré"
"Así será, Shun, regresaré a Japón con mi hermana, ¡ya lo verás!", respondió con entusiasmo. Estaba cada vez más cerca y no era el momento de tirar la toalla.
Ese optimismo eterno de Seiya... Shun pensó que en estos casos ser optimista es lo mejor. Sonrió a su compañero.
"¡Verás que sí!"
"Bien, le comunicaré a Saori, se hace tarde y no quiero volver de noche al apartamento. Regresemos"
Emprendieron el regreso por la entrada principal de la mansión. Algo extraño ocurría, tras el portón se agolpaban varias personas que parecían esperar a alguien. No le dieron importancia, probablemente era relacionado a las actividades de la fundación.
Ingresaban con dirección al salón principal cuando se detuvieron bruscamente frente a uno de los ventanales que daban a la terraza. Shun se tensó notoriamente mientras Seiya abría sus ojos preso de la sorpresa.
"No... no puede ser. ¿Qué hace él acá?", preguntó el Pegaso con evidente confusión.
Mil ideas pasaron por su cabeza: ¡No había sentido su cosmos! Pero eso era algo lógico. ¿Estaban solos? ¿Porqué nadie protegía a Saori? ¿Porqué ella se veía tranquila?
"Seiya... ", Shun no sabía cómo actuar, observaba atónito a la pareja para luego buscar con la mirada a su amigo, perplejo, como si él tuviera la respuesta. ¿Estarían en peligro?
Seiya, absorto, no les quitaba los ojos de encima. Su asombro rápidamente cambió a una incontrolable sensación de cólera, su corazón se aceleró intensamente, sus puños apretados y su rostro transformado. La ira tomó control de su consciencia. Al ver al chico tan perturbado, Andrómeda alcanzó su hombro derecho con preocupación. Seiya no podía creer lo que sus ojos estaban viendo... "¡NO!", se escuchó por toda la mansión junto a un fuerte estruendo mientras se sentía una explosión cósmica.
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Hola! Este capítulo es el previo al crudo que viene a continuación. Pensé que lo mejor era dividirlo y sirve para hacer contexto.
Hay muchas cositas que se irán aclarando más adelante.
La forma de la mansión que estoy utilizando es algo híbrido entre el anime y manga. Amo la visión de la residencia como una tremenda casa que tiene un gran jardín de recepción tras el portón principal. El terreno consta de espacios con jardines de flores además de bosques bordeando el perímetro y una pequeña laguna. Además la mansión como tal es bordeada por una terraza que da a los jardines.
No sé cuánto espacio tendrá esa mansión en todo el perímetro pero es ENORME!
No tendrán que esperar mucho para lo que viene.
Les dejo un abrazo y gracias por leer!
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Bajo el Destino de las Estrellas
Roman d'amourAthena y Pegaso firmaron un pacto qué inició hace muchas vidas atrás, y en esta última el contrato ha traspasado la frontera divina hacia lo mundano. A través de toda una eternidad la diosa ha sido la única capaz de domar al caballo alado. ¿Existe u...