La madre de Lisa está comprometida con el padre de Rosé, y las chicas están a punto de convertirse en hermanastras involuntarias. En cambio, se vuelven mucho más. Historia sobre hermanastras.
Como era de esperarse, Lalisa pasa el viernes por la noche en otro lugar que no es la casa de los Parks, y aun no vuelve para el sábado por la tarde. Esto le otorga a Rosé todo el día de paz y tranquilidad, y ella decide celebrar probando sus nuevas plumas después de una cena felizmente silenciosa.
Se interesó por la caligrafía cuando estaba en octavo grado y hasta el día de hoy es un pasatiempo extremadamente relajante y satisfactorio para ella. Tal vez debería enseñarle a Lalisa. A veces, parece que lo necesita.
Aprieta los dientes, forzando la imagen de la molesta castaña fuera. Incluso ausente, Lalisa de alguna manera se las arregla para meterse con su día. Ella no la dejará. Con eso decidido, Rosé saca el paquete de su escritorio, con la emoción en la punta de los dedos mientras saca las puntas y el encendedor. La mayoría de las personas se deshacen del recubrimiento de fábrica en sus puntas frotándolas con alcohol, pero Rosé usa el método de la llama, sosteniendo la punta sobre el fuego. Se siente más auténtico.
******** Así lucen las plumas **********
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Casi ha terminado con la primera punta cuando una puerta ruidosa que se cierra abajo la sobresalta, haciéndola quemar su dedo. Lalisa está en casa. Rosé escucha atentamente por un momento. En casa, y no sola. Pero los sonidos son diferentes de los que generalmente resuenan en la casa cuando está con una 'cita'.
Rosé intenta recuperar su estado de calma, pero su frágil paz se ha ido. Lalisa y sus invitados ponen música y se cuentan chistes que Rosé no tiene interés en entender. Rosé no es una persona que haga suposiciones sobre las personas, pero Lalisa y sus amigas son muy, muy típicas a veces. Música ruidosa y risas ruidosas y sexo ruidoso, todo sin sustancia real. Sin esencia y cuidado por nada.
Cuando baja a la sala de estar, es recibida por dos personas que quiere ver incluso menos que Lalisa. Jennie Kim y Kim Jisoo, estudiantes de secundaria, presuntas alborotadoras y, por supuesto, las mejores amigas de Lalisa están tumbadas en su amplio sofá, y tampoco están felices de verla. La desaparición de la sonrisa de Jennie y el exagerado giro de ojos de Jisoo le hicieron saber eso. Rosé las ignora.
*********** Esta es Jennie Kim*********
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