capitulo 13- creo que la manija se rompió.

79 6 1
                                    

12. Es gracioso ver como Justin es un grandísimo idiota.

Megan Buckner

Abrí la puerta cuidadosamente, evitando causar ruido alguno. Si Lorette se daba cuenta que estaba llegando a casa a las cinco de la mañana, ella me mataría. Después de la brutal pelea de lodo con Justin, ambos terminamos inesperadamente dormidos y cubiertos del lodo encima del capot de su auto. Acabábamos de despertar hace poco, técnicamente fue un gran logro despertar a Justin, quien estaba en un profundo sueño.

- ¿Crees que este despierta? -preguntó Justin en un susurro.

-Oh, claro que sí -respondió ella.

Lorette estaba enfrente de nosotros. En su rostro se podían presenciar pesadas ojeras debajo de sus ojos, su pelo castaño claro estaba despeinado, y traía encima su bata de dormir. No parecía nada contenta.

-Hola. Nosotros... salimos a correr muy temprano. Yo... nosotros... nos caímos en un charco de lodo y eso -traté de arreglar la situación pero la mentiras me iban fatales.

- ¿Si? ¿Desde cuándo te gusta correr? ¿O desde cuando te gusta correr con vestido a las cinco de la mañana? -me interrogó- tratar de mentirme a mí no les va a ayudar mucho que digamos. Hora de confesar, ¿Dónde estaban?

-Nos quedamos dormidos -explicó Justin- No pasó nada. Aunque quisiera -murmuró la última parte, solo audible para mí, le di un fuerte codazo en su abdomen, pero solo logré que se riera.

- ¿Quién me explica el lodo? -preguntó, su mirada viajó desde Justin hacia mí.

-Ciertas personas son muy vengativas -respondió Justin adelantándome.

-Hablaré de esto contigo más tarde -me dijo- Vayan a darse una ducha, y pueden bajar a desayunar. Pondré café.

Asentí con la cabeza, e hice mi camino hacia las escalares. Cuando pisé el primer escalón de este, pude notar la presencia de Justin detrás de mí.

- ¿Disculpa? ¿Se te olvido algo? -me volteé para verlo cara a cara, pero en realidad era cara a pecho. Justin me podría llevar una cabeza entera.

- ¿A mí? No -respondió confundido.

- ¿A dónde crees que vas?

- ¿No oíste? La invitación de la ducha también fue para mí, no sé tú, pero yo si quiero esa ducha -dijo como si de verdad creyera que lo dejaría entrar.

- ¿No quieres ir a tu casa y ducharte tranquilamente ahí? Yo solo digo, solo quiero lo mejor para ti -dije solo con un pequeño tono sarcástico.

-No. Ahora, con permiso.

Justin logró evitarme, y subió las escaleras corriendo. Lo imité, alcanzándolo justo cuando el entraba a mi habitación. Se quitó su camiseta arruinada, y la arrojó al suelo. Su abdomen estaba bastante marcado, y la vista era cruel. Sus manos bajaron hasta el cierre de sus pantalones. Bajo sus pantalones, dejándolo únicamente en sus boxers y los dejo tirados al lado de su camiseta, estaba segura que él estaba enterado de mi presencia. Porque sonreía coquetamente, con una sonrisa torcida. Sus manos bajaron hasta el dobladillo de sus boxers, cuando me percaté de lo que estaba a punto de hacer.

- ¡Alto ahí, campeón! -lo detuve antes de que se desnudara enfrente mío. Aunque eso no iba a ser malo. Demonios, ¿desde cuándo me había vuelto tan pervertida?

- ¿Qué pasa?

-Creo que deberías dejar el resto del show para el público del baño.

- ¿enserio? Pensé que lo estabas disfrutando, bunny -mis mejillas se apoderaron de un estúpido color carmesí.

10 things I hate about youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora