Por favor no me dejes // seongsang

capítulo uno

" - No podré vivir sin ti, no nos hagas esto por favor.
- Lo siento pero creo que es lo mejor para ambos... "

Se despertó dando un salto, eran las cuatro de la mañana, se pasó las manos por su rostro y luego por su sedoso cabello castaño, se levantó y fue a la cocina por un vaso de leche, las pesadillas están siendo más constantes que antes quizás es porque ya lo está superando, tal como quería ¿no es así?, al abrir el refrigerador para sacar la leche se da cuenta de que no hay así que volvió a cerrar el refrigerador y se sirvió un vaso de agua que se acabó en dos segundos, dejó el vaso en el mesón y volvió a la cama.

Era su primer día de clases en su nueva escuela ¿estaba emocionado? claro que no ¿estaba nervioso? tal vez pero la tristeza era mayor que cualquier otro sentimiento en esos momentos, tomó el autobús y se sentó ni tan al fondo ni tan cerca del chofer si no que más bien en un punto intermedio y casi perfecto. La gente que subía y pasaba cerca de él lo miraban con cara de intriga y susurraban por su rostro tan serio y ojeroso que lo hizo recordar a sus padres que lo miraban igual como las personas de ese bus por lo que ese tipo de actitud ya lo normalizó, solo esperaba que sus compañeros no lo vieran así porque a esa edad sí que son bien explota cerebros con sus preguntas de "¿por que tan serio?" "¿estás bien?". Bajó del bus y caminó dos cuadras para llegar a la escuela, era bastante grande que quedó sorprendido pero luego pensó "no es nada del otro mundo" y volvió a su aura, llegó al aula y se sentó en uno de los dos asientos vacíos que habían, todos lo miraban y susurraban como era de esperarse así que se sentó y se puso sus audífonos para esperar que se hiciera hora de entrar a clases, no pasaron ni dos minutos y alguien se le acercó "juro que si comienzan con sus preguntas tontas..." no alcanzó a terminar cuando ve a una linda chica detrás suyo con una cara muy tierna por cierto.
- Me llamo Minatozaki Sana un gusto ¿cuál es tu nombre? - su aura se sentía bastante agradable, a decir verdad muy agradable
- Me llamo Kang Yeosang y el gusto es mío - de a poco ambos comenzaron a sentir que los susurros aumentaban
- No te preocupes al parecer aquí todos son uno ¡entrometidos! - el aula quedó en silencio - solo debes ignóralos o dejarlos en su lugar.
Esta chica al parecer es bastante directa y eso le agradó ¿por qué él no fue así antes en su antigua escuela? quizás todo hubiese sido diferente y no estaría solo.
- Por lo que veo estás solo - asintió - ¿no te molesta que me siente al lado tuyo? te juro que en clases no soy habladora ni nada de eso.
Apenas asintió la chica feliz fue por su mochila y se sentó junto a él, la verdad es que a él le daba igual las clases total podía estudiar en casa sin problema e igual tener buenas calificaciones él solo quería volver a casa y recostarse a esperar que lo malo pase.

Después de una larga jornada de clases guardó sus pertenencias en su mochila sacó su skate acomodándolo debajo de su brazo y se dirigió a la salida, su teléfono comenzó a vibrar así que atendió la llamada mientras seguía caminando.
- ¿Hola?
- ¿Qué tal tu primer día?
- Bien, conocí a una chica que es bastante alegre y directa que me llegó a sorprender
- Wow, pues deberías de aprender de ella JAJAJA - dio una pequeña risa que su amigo logró oír - me alegro que hayas hecho una amiga
- ¿Vendrás hoy a mi casa? tu habitación te está esperando
- Claro, a la 7 estaré allí nos vemos
- Nos vemos
Al finalizar la llamada sintió como si alguien fuera corriendo hacia él en ese preciso momento pero antes de darse la vuelta para ver quién es se da cuenta que es la chica del aura agradable que se había abalanzado sobre él haciéndolo tambalear y casi perder el equilibrio, luego de haberlo soltado le dejó un papel con su número diciendo "me hablas cualquier cosa, nos vemos mañana", guardó el papel y se subió a su skate para dirigirse a la cafetería pero luego de pensarlo mejor decidió irse a casa a descansar. Llegando a casa dejó la mochila en el mueble de la entrada y luego se recostó en el sofá abrazando su skate hasta que entró un profundo sueño.