Te dijeron tantos... "lo siento"
que,
perdiste la cuenta
de hasta quien
eras.
Te llenaron la cabeza
de fantasmas
y te vaciaron las entrañas
(De ese color que irradias)
con tan solo
una mirada.
Te dijeron que
no podrías.
Con la boca cerrada y,
la mirada de aquel
cobarde
que,
tira la piedra y luego,
esconde la mano.
Te negaron tantas cosas,
que,
ni tú misma
sabías ya
dónde empezaban tus heridas
y terminabas
tú.
Pero, lo que ellos no saben
Lo qué,
ni tú sabes (aún)
es que,
Brillas más que el mismo sol.
Y que,
toda esa rabia,
esa impotencia,
que te quema la garganta y,
que muere en tu estómago,
es la mecha.
Que encenderá un fuego que
n a d i e
podra
apagar
jamás.
Brindo por el sol
y las estrellas.
Tan diferentes y,
tan parecidos.
Como el rey y su caballero.
Lame tus heridas con sal y tequila que,
yo,
rellenaré esos huecos con rosas.
Al fin y al cabo también soy
un buen
de-
sastre.
Y créeme
cuando te digo que,
todo va a salir bien.
No porque lo diga yo,
si no
porque
eres
Tú.
Tú.
la que se levanta cada vez que se cae.
Tú.
la que siempre ilumina los días más grises.
Tú.
Quien tiene un corazón más fuerte,
que diez hombres,
que digo diez,
que cien,
que mil,
que...
Bueno, tú ya me entiendes.
Eres el sol.
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Atlas
PoetrySe me da mal hablar de mí mismo y me vendo fatal. Posiblemente estos sean los pensamientos de alguien derrotista que disfruta bebiendo café, que tiene problemas con las bebidas energéticas, que hace un poco de todo pero nada a derechas, que se asu...