deseo que recuerdes (zeldris y tu) (terminada)

cap. 12 visita al castillo

Meliodas,veía con enojo y rabia al hombre castaño, quien estaba serio, realmente ese tipo le había hecho enojar más que nada, ¿Cómo fue capaz de hacerle eso a ella?, A jessica quien se merecía más que nadie, ser feliz, no haber sufrido tanto, y solo por culpa del obsesivo amor que le tenía shiro a ella

-¿¡por ella!? –Exclamo, con enojo el rubio- realmente eres un estúpido

-ellos dos, no deben estar juntos, son totalmente diferentes –el castaño frunció el ceño mirándolo

Meliodas, sin decir nada solo se acercó a este, dispuesto a pelear con él, no dejaría que él les siguiera molestando, a su querida mejor amiga y a su hermano, ya los dos sufrieron y debían estar más juntos que nunca, así jessica podía estar el resto de vida que le quedaba con sus amigos, con su amado, con toda y su gran familia, que la querían y la adoraban

-en estos momentos, te detesto –hablo con odio en su mirada 

-el pasado, es pasado –hablo shiro, con las mismas intenciones, ninguno de los dos estaba dispuesto a hablar, y arreglar el conflicto pacíficamente

La pelea se presentó a los segundos, aunque esta no tardó mucho en culminar, siendo el ganador un chico rubio, que miraba al castaño con frialdad y odio, entre ellos había una gran diferencia de poder, era claro desde el principio quien ganaría

-no te vuelvas a acercar a jessica, sino, te prometo que yo me encargare de que no vivas, para volver a molestarla –amenazo el rubio de cuclillas, viendo al castaño, este solo soltó un quejido de dolor

El rubio, después de esas palabras desapareció, dejando a shiro en el suelo, derrotado

(...)

La luz del sol, no tardo en irrumpir en la habitación, donde dormían dos demonios abrazados muy tranquilamente, sin querer despertar, pero de pronto alguien abrió la puerta sonriente, corriendo a la cama donde dormía la pareja

-¡mama, mama despierta! –chillaba Alice, removiendo a su madre, quien se quejó somnolienta

-es temprano.... –musito adormilada

-¡perezosa! –exclamo, subiéndose a su cama, y saltando en ella, para despertarla- ¡despierta, despierta!

-¡bien! –exclamo jessica levantándose, harta de que la molestara

-que molesto –se escuchó a alguien quejarse, Alice quedo perpleja

-¿uh?-musito confundida y curiosa- ¿ti-papa? –pregunto curiosa, quitándoles la cobija, dejando ver a un demonio azabache, tratando de dormir, aun abrazando la cintura de su amante

-dormimos juntos anoche –dijo jessica a alice

-ya veo –murmuro, sentándose en la cama- ¡¡despierten perezoso!! –grito de la nada, exaltando al demonio azabache

-¡ya despertamos! –exclamo el demonio, sentándose rápidamente, pero luego escucho una dulce y divertida risa

-que gracioso –murmuro jessica entre risas

-los dejo –Alice, como llego desapareció rápidamente

-que energía tiene hoy por la mañana –hablaron los dos somnolientos aun

-yo me baño primero, después de todo, yo hago el desayuno –hablo jessica, levantándose

-bien –dijo el demonio, volviendo a acostarse en la cama

-¡que te levantes! –chillo jessica, tirándole lo primero que encontró, y eso fue un bolso pequeño, que tenía la demonio

-¡hey! –exclamo el demonio, en modo de queja