Capítulo V

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Decidí caminar más rápido y abrirme paso entre las personas, sentía que cada vez estaba más cerca de ella pero aún así se alejaba más de mí, pero de algo estaba seguro, el camino que estaba tomando era directo hacia Shinra.

— ¡Espera!¡____! —grité al no poder llegar hasta ella, llevándome algunas cuantas miradas de la gente a mi alrededor, ¿Nunca gritaron? ¿Jamás fueron tras alguien? ¿Habían sentido la presión de estar tan cerca y tan lejos de alguien a quién querían?— ¡___! ¡Espérame! —volví a gritar y nuevamente me puse a correr tras ella, frenandome al instante al ver que el semáforo se encontraba en verde y los automóviles pasaban a una velocidad considerablemente lenta— ¿Por qué solo funciona en las películas? —me queje al ver que ella ni siquiera me escucho, mucho menos se volteo a verme. El semáforo se marcó en rojo y pude salir corriendo de ahí

Llegué a una calle, la había perdido de vista así que tuve que buscarla con la mirada, a paso lento comencé a recorrer la avenida con la esperanza de que no se encontrara lejos

¿A dónde te habrás ido?

Me cuestioné de inmediato para después pasar junto a un callejón casi en la completa penumbra y verla ahí, de cuclillas frente a un cachorro, haciendo sonidos para que ese pequeño se acercara y finalmente poder acariciarlo. Deje escapar aire, más relajado de haberla encontrado y que todo estuviera bien con ella, parecía estar tranquila en ese lugar oscuro, ya no tendría que correr por qué ahora me encontraba con ella.

Me quedé en silencio mirando como ella mimaba al pequeño callejero, algo lindo de presenciar, parecía que en tan poco tiempo había conseguido llevarse bien, miré mi reloj y vi que no había demasiado tiempo, tenía que volver así que me preparé mentalmente para acercarme.

— ____ —después de tomar aire, hablé, ella volteó con temor al escuchar su nombre pero al verme, sonrió.

Finalmente se encontraba frente a mí y con ello ya no tendría que buscarla más, estaba ahí, con esa triste mirada, pero con esos ojos tan brillantes...

___
MINUTOS ATRÁS.

— Creo que reconoces el beneficio que tiene tu trabajo para los dos y sería una verdadera lástima si perdiera a mi más valiosa fuente de dinero —habló Rafael, apegandome a él con uno de sus brazos en forma "amistosa", podía sentir su respiración chocar cerca de mi cabeza, me hacía sentir un escalofrío sentirlo tan cerca que no sabía cómo reaccionar, mis piernas temblaban, tenía miedo de lo que fuera a suceder, ¿Podría escapar?

— ¿Que te hace creer eso? ¿Por qué intentaría escapar cuando gano más dinero que un empleado de Shinra? —apreté fuertemente el mango del maletín mientras continuábamos caminando entre el mercado, a lo lejos podíamos ver la estación del tren, mi ruta de escape.

— Princesa, te conozco y se que amas la libertad, lo intentaste antes y eso significa que lo harás de nuevo, ¿crees que no me doy cuenta de nada?... Que tú comportamiento cambie de agresivo a pasivo significa que algo planeas o almenos, lo intentarás de nuevo —sonreí burlona, este imbécil era muy listo o yo era muy obvia, pero fuera como fuera, tenía razón. Toda aquella vez que fallé, cuando casi lograba salirme con la mía, me había enseñado lo que es perderlo todo en poco tiempo, pero estaba cansada de eso.

— Tienes razón —agarré fuerza y con impulso lo golpee con el maletín en la nuca, no quise detenerme a ver si había caído al suelo, lo más seguro era que no, pero aún así, corrí hacia la estación de trenes— sabes que lucharé por mi libertad —murmuré para mí mientras corría lo más rápido que me permitía mis piernas, tenía completa esperanza en poder salir viva de ahí.

𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐉𝐚𝐝𝐞𝐨𝐬 𝐲 𝐆𝐞𝐦𝐢𝐝𝐨𝐬 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora