KILOS DE TERNURA (MICHAEL JACKSON Y ESTEFANIA VILLARREAL )

CAPÍTULO 24

Cuando el coche en el que ambas viajan llega a un humilde barrio de California, la profesora sale de su interior con gafas de sol y una gorra. Sabe que no es muy buen disfraz pero no tiene otra cosa. Confía en que nadie la reconozca por su matrimonio con alguien tan famoso como su marido.

Empieza a comprender porque su marido sale disfrazado a la calle para poder pasear tranquilamente aunque a veces lo único que logra es llamar más la atención sobre él mismo. Tiene que ser duro tener que soportar la parte negativa de la fama y la envidia casi desde la niñez. Y además aguantando mentiras.

«¡Pobre Michael!»  piensa la chica de los ojos verdes.

Su madre y ella pasan al interior de una modesta cafetería y la más mayor de las dos mujeres se aproxima a la barra para pedir dos cafés y unas tortitas de chocolate. Mientras espera para pagar observa a su hija unos instantes.

Cuando Michael la llamó para decirle que iba a casarse con Elena ella estuvo a punto de colgarle pensando que era una broma, pero resulta que era cierto. Le pagó el billete a Estados Unidos y la estancia en un gran hotel. La mujer ha aprendido a conocer y apreciar al cantante. Aunque no se casaron por amor romántico entre los dos hay sentimientos más profundos de lo que parece.

De lo que ellos mismos creen.

En Neverland, Michael da las últimas instrucciones a sus empleados para el evento de esa noche del que Elena será la protagonista. En una de las mesas del rancho el cantante ve una foto de boda de ambos en la que ambos salen junto a las familias. Aunque era una boda falsa ambos están sonriendo, Elena en su silla de ruedas pues por aquel entonces aun tenía el tobillo lastimado y él detrás de ella le puso sus grandes manos con delicadeza sobre los hombros. Lo cierto es que es una foto preciosa.

¡Lástima que no sean una pareja enamorada! ¡Sería tan bonito amar y ser amado por una mujer como Elena!

Pero ella siempre le ha detestado y se ha encargado de demostrarlo aunque parece que últimamente no le odia tanto.

Lejos de allí, la verdadera Megan Turner recuerda la propuesta de Michael Jackson y aunque en un principio se negó porque no quiere aprovecharse de su dinero como hacen otras personas lo cierto es que ahora está pensando en aceptar su ayuda porque quiere empezar una nueva vida. Pero si acepta su ayuda será solo con la condición de devolverle ese dinero poco a poco.

En la cárcel, la mente de la madre de los hermanos White comienza a sumergirse en la más terrible oscuridad y los médicos de la prisión se ponen en contacto con un especialista para que la examine. Tras examinarla el psiquiatra de la cárcel no tiene muy buenas perspectivas con respecto a la salud mental de la mujer sobre todo leyendo todo su historial.

Al caer la noche, horas después, Elena y su madre regresan a Neverland. A la profesora le extraña demasiado no ver demasiado moviendo en el lugar, algo que la extraña. Cuando se enciende la luz todo el mundo grita...

—¡¡¡Feliz Cumpleaños!!!

Michael al frente de todos le sonríe después de felicitar a su esposa, se acerca a ella y le da un dulce beso en los labios. La abraza. Ella le sonríe.

Su marido le acaba de organizar una fiesta sorpresa de cumpleaños. Ese hombre cada día la sorprende más pues nunca sabe que esperar de él, pero por lo general las sorpresas que le dan son muy especiales.

Demasiado especiales.

Aunque finge ser una chica dura por fuera, su marido sabe que eso solo es una fachada ante él. Michael está empezando a ver a la verdadera Elena que se esconde detrás de esa armadura. Su marido acude a ella, la abraza con ternura y le dice al oído.

—Felicidades, amor. Disfruta tu fiesta de cumpleaños. Tengo un regalo muy especial para ti. —asegura él.