Gracias a Lucía

Capitulo 3: ¿¡La quemaste!?

Pasaron cerca de 4 horas desde que la castaña se fue a descansar y Lauren camino durante casi todo ese tiempo dentro de la casa, tratando de familiarizarse con todo, pero ahora se encontraba sentada con los codos apoyados sobre sus rodillas y las manos cubriendo su rostro, mientras Lucía dormida resguardada entre las almohadas en el sofá.

La ojiverde se sobre salta al sentir que le tocan la espalda, sentándose derecha de manera inmediata.

- Lo siento, no te quise asustar - se disculpa Camila.

- No te preocupes - tensa se pone de pie - ¿pudiste descansar?

- No - suspira - es difícil poder descansar.

- Lo es - se pasa las manos por el pelo - la niña esta dormida en el sillón, no quise ir a dejarla a su habitación, no quería que se sintiera sola.

- Esta bien - va hasta la niña y la toma - creo que la iré a dejar a su cuna, para que pueda dormir mejor.

- ¿Necesitas ayuda? – tratando de ser un apoyo.

- La ayuda nunca está de más, ¿le subes la manta?

- Oh claro! – se inclina y toma lo solicitado con rapidez.

Camila comienza a caminar seguida de Lauren, iban en completo silencio.

Al entrar en la habitación Camila le entrega Mía a Lauren, y se pone a buscar ropa de la bebé, la ojiverde solo la mira, observando la familiaridad que tenía la castaña con todo lo que fuese relacionado a la pequeña.

- Puedes recostar a la niña sobre la cama por favor.

- Claro - con suma delicadeza Lauren deja a la niña en un costado de la cama, teniendo la precaución de que no se fuese a caer y se sienta a su costado - ¿quieres que la cambie yo?

- ¿De verdad quieres hacerlo? - la mira sorprendida.

- Pues claro que si – se rasca con delicadeza el mentón un tanto avergonzada - es mi sobrina también.

- Esta bien - la mira con duda - aquí tienes un pijama, es de dos piezas, ya que es más sencillo de poner.

Lauren recibe la ropa que Camila le extendía. y con temor, ya que era la primera vez que vestía a un bebe, comenzó a quitarle la ropa a Lucía, quien frente al cambio de temperatura comenzó a inquietarse.

- Tranquila mi amor - la castaña se acercó y comenzó a acariciar la cabeza de la pequeña - que la tía Lauren te está cambiando, tenle paciencia.

Lauren termino de cambiar a la niña y la recostó en su cuna, para que Camila la acurrucara y se volviese a dormir, para que finalmente las adultas salieran de la habitación dejando a la pequeña descansar.

- Bueno Camila, creo que ya es momento de que me vaya - mirando su reloj.

- No es necesario que te vayas, en esta casa hay varias habitaciones, si quieres te puedes quedar a alojar - comenta la castaña.

- No te preocupes Camila, que ya reservé una habitación en un hotel bastante cerca.

- Esta bien - la mira directo a los ojos.

- Mañana vendré temprano, sé que no hemos hablado del tema, pero me tome el atrevimiento de organizar todo respecto a los cuerpos, mañana será el entierro, será algo bastante privado y breve, en base a la situación, creo que es lo mejor, sin embargo, si tu consideras que no es la mejor idea, dímelo y veo que puedo hacer...

- No Lauren, me parece bien - suspira - creo que es lo mejor, no tengo fuerzas ni aminos para enfrentar toda esta situación, así que muchas gracias por organizar todo - le da una sonrisa triste.