Ya no eres el protagonista de mis sueños. Y creo que debes saberlo.
No sería justo que te lo ocultara, porque, aunque tú me ocultaste hasta tu propia identidad, no quiero rebajarme a tu nivel. Eso no sería caer bajo, seria enterrarme bajo tierra.
También déjame pedirte disculpas, por no haberte escrito antes. Me daba miedo, porque el que ahora esté aquí frente a un papel escribiéndote sin soltar una sola lágrima, y con una sonrisa en la boca, significa que te he superado. Y que, por fin, puedo decir que esto, ya no va por ti, va por mí.
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Historias de una vida
CasualeNada es lo que parece y lo que parece nunca es nada. La vida da millones de vueltas, y tu simplemente tienes que aprender a llevar bien los mareos que esta te puede llegar a provocar.