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Mirrors//Justin Timberlake


Respiró profundamente y se metió en el agua, se hundió por completo en la enorme bañera y no salió hasta pasado unos, para mi, muy largos segundos.

El pelo se le pegaba por la frente y las gotas resbalaban por la superficie de su cuerpo.

Siempre tan pálida, aún teniendo en cuenta que éstos últimos años nada la retenía en casa, mucho menos una depresión que amenazaba con aparecer de nuevo tras el intento de derribar todo lo que ella había forjado, construido con sus propias manos.

El silencio marcado en el baño y con el, su mirada perdida. Le había aconsejado un baño, para relajarse, para que se quitara todos esos pensamientos de encima, pero su silencio la delataba, decía más que cualquier otra palabra y es que, quizá porque me sentía conectado a ella de alguna manera, podía saber qué estaba pensando.

Quería decirle que no. Que eso no era cierto, que nada lo que decían era cierto y que dejara de pensar así de si misma.

y sólo Dios, si es que existe alguno, sabe todo el peso que había caído en mi tras salir la noticia.

Mis propios amigos, mi propia familia vendiendo exclusivas a unos enfermos que sólo buscan basura.

¿Como iba una persona rota apoyar a otra?

En este punto había perdido la fe en mi, en poder estar a su lado, en nuestra relación y sabía, pues era como si podía escuchar sus pensamientos a todo volumen, que ella también pretendía rendirse en nosotros.

Pero no quería perderla ahora.

[...]

Se vistió con parsimonia, le escuché secarse el pelo y tumbarse en la cama mientras yo había bajado a prepararle un té.

Volví a ver algo que había escondido en un cajón de la cocina, pues ella jamás cocinaba a no ser que estuviera muy aburrida, siempre acababa pidiendo a domicilio cualquier cosa.

Lo vi claramente, como si fuera una señal y, sin dudarlo más, agarré el paquete y me tragué dos pastillas.

Me prometí a mi mismo dejarlo, antes de que ella se diera cuenta de todo.

Pues yo, quizá, era una de las mayores mentiras de su casi perfecta vida y comenzaba a darle problemas.

Por mi culpa su carrera se estaba desmoronando ante ella y los comentarios online acababan con la poca cordura que le quedaba.

Y a mi sólo me llenaba el miedo y la rabia junto con otros pensamientos y sentimientos de los que había perdido el control. El joven seguro de si mismo que una vez fui, el que se llenaba de ideales, madurez y empatía, había sido borrado por los traumas del pasado, por los traumas que amenazaban con aparecer en mi presente.

No le había contado a nadie sobre las pastillas, mucho menos sobre el alcohol, porque pensé que podía dejarlo, que sólo  sería algo de unos días, semanas, quizá pocos meses.

Me equivoqué, aunque me aprendí muy bien mi papel de mentiroso.

Todos creían que yo era el más maduro, bueno y estable cuando yo me sentía como el mayor fraude.

—Jiwon-ah...¿quieres un poco de té negro?— le pregunté una vez subí a la habitación principal.

—Sí, gracias.

Rodee la cama para ir hasta su lado y en la mesita de noche dejé el oscuro té, en el pasado solía llenarlo con leche y azúcar, porque mi objetivo era endulzar su vida, hacerle feliz, tal vez. Era más inocente de lo que creía.

Esas cosas ya no estaban en mi, tal vez sí, pero estos últimos días nuestra relación se había deteriorado tanto que sentía que necesitaba huir de todo y lo peor es que notaba que ella también.

Me miró extrañada, como si notara cambios en mi. Apretaba mis dientes de manera involuntaria, mis pupilas probablemente no estaban en su tamaño normal y muchos de mis movimientos eran raros.

Sabía que estos días ella había comenzado a notarlo, me prometí dejarlo, pero no era tan fácil como pensaba.

No podía decir que dependía de esas pastillas, me ayudaban a relajarme, dormir, a veces traían efectos secundarios no deseados, pero nada que yo no pudiera dejar.

Una vez terminó el té, me senté a su lado en la cama, sólo estar a su lado me comfortaba, pero a mis 30 años sabía que con eso no se podía salvar una relación a la que todos sabían que le quedaban dos telediarios.

Sentía que ella era como un espejo, siempre en paralelo a mi, con una línea que yo no podía cruzar y por mucho que avanzaba, no lograba alcanzarle, siempre estaba corriendo en paralelo a ella. Quería pedirle que se aferrara a nosotros, porque podía ver nuestro final llegar pero, ¿como iba a hacerle yo eso a ella? Si siempre había sido el mayor defensor de el argumento de que siempre es mejor dejar las cosas cuando se vuelven tóxicas, por tu salud mental y porque pensar que tu deber es arreglar a alguien, cuando tu deber es vivir tu vida establemente como te mereces, no es más que un síntoma más de el lavado de cerebro que toda la media intentaba hacer al romantizar siempre ciertas cosas.

¿Como le iba a pedir yo que no se rindiera en nuestra relación?

—Namjoon—me llamó posando sus manos en mis mejillas.

Quería decirme muchas cosas, lo notaba, quizá quería terminar con todo, tal vez había descubierto mi otro secreto.

No podía hacerle eso a ella, ¿no podíamos quedarnos como antes?

Besé sus labios en busca de alguna respuesta, tenía sed de ella y la rapidez con la que la que mi cuerpo buscaba del suyo le decía mucho a ella.

Le desnudé poco a poco, dejando besos por todo su cuerpo y, sin pensarlo dos veces, me hundí en ella con fuerza, haciéndole gritar.

¿Le estaba haciendo daño?

Miré su rostro en busca de alguna señal que indicara que parara, pues de sus labios sólo salían gemidos.

Giró su rostro, se colocó encima de mi y continuó con el vaivén de sus caderas buscando contacto conmigo. Escondió su rostro en un abrazo hacia mi, correspondí su abrazo.

Pero ya nada se sentía igual.

Podía notar como mis ojos se volvían llorosos, podía notar que de hecho ella, estaba llorando.

¿Se había convertido esto en el polvo de la despedida?

Con más fuerza y rabia, no hacia ella sino hacia los demás, me aferré a ella mostrándole así todo lo que sentía, intentándolo al menos.

Estaba enfadado con el resto del mundo, pero sobretodo conmigo, estaba decepcionado conmigo mismo.

Y dolía estarlo.





✨✨✨

Aquí estoy, disculpen.

algunas comenzaron a seguirme en instagram y me comentan las historias, como ven hago el ridículo 24/7

pero bueno, aunque en algunas historias parezca que este estable y bien estoy en uno de los momentos mas estresantes de mi vida, como un punto blanco donde no se por donde continuar y el miedo y los pensamientos suicidas se vuelvan a apoderar de mi además de la ansiedad :)

pero bueno,

comenten, voten, todo eso💗

que tengan un buen dia

sandy💙

Yellow.》Kim Namjoon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora