☆꧁༒Barrote || OS.Kookmin༒꧂☆

Único.

Dedicado a: ElizabethDarcy312

— Jungkook.— escucha que pronuncian su nombre.

El mencionado deja de hacer abdominales y miró al guardia entre los barrotes. Al notar aquel rostro sin expresión supo que acabo su tiempo ahí, al fin, después de cinco años saldría de la cárcel dónde pago su delito de robo a mano armada. Un error del cuál Jeon Jungkook se sentía sumamente arrepentido, pero todo error tenía una consecuencia y la suya fue terminar en la cárcel, lejos de su familia. Ahora podría ver a su esposa, ver a su bebé que ahora debía tener unos cinco años de edad, Jungkook se lamentaba haberse perdido el crecimiento de su hija Naeun. Desde que ingreso a la cárcel no había tenido noticias de su esposa y de la pequeña, él le pidió que siga con su vida y que haga lo posible para darle un mejor futuro a su niña, la mujer le tomo la palabra y al ser madre soltera debía luchar por la niña. Jungkook estaba dispuesto a recuperar a su familia, y volver a ser como era antes, retroceder el tiempo y dejarlo como estaba. Tenía muchos planes ahora que era libre, actividades que deseaba hacer con su hija Naeun ahora que regresaba a su hogar y podía sentir su lado cariñoso activado, lado que en la cárcel estuvo apagado. Algo nervioso por el reencuentro, tocó la puerta de la casa, su casa, aquella que compró con mucho amor para Sun hee, su amada esposa cuando recién empezaron como matrimonio. Y a pesar de no ser la más lujosa o tener la pinta más hermosa a simple vista, a Sun hee le gustó mucho que lloró cuando conoció la casa. Jungkook no pudo escoger mejor mujer y por eso hizo lo que hizo, por la desesperación, amaba a su familia, pero a la falta de dinero y los gastos de la bebé nacida, tuvo que escoger el primer camino que se le cruzara y ese fue robar. Aquellos recuerdos de la separación lo invaden de más nervios y se desespera cuando nadie le abre la puerta de su hogar.

— ¿Jungkook? — al oír su nombre, se giró a ver a la persona.

Kim Seokjin

Su vecino y mejor amigo.

— Eres tú.— se emociona Seokjin al ver a Jungkook.— Saliste de la cárcel— lo abraza.

Jungkook sonríe y corresponde el abrazo furtivo, era bueno recuperar a su mejor amigo después que pelearan antes de que fuera detenido por robar. Aún recuerda cuando lo fue a visitar a los días pero él simplemente quería alejarse de todos y que sigan con su vida sin él, no quiso que alguien se deprima por su ausencia.

— ¿Cuando fue que saliste? — preguntó Seokjin cuando se separan del abrazo.

— Hace una hora.— responde Jungkook, esbosando una sonrisa— Vine de inmediato para ver a Sun hee y a mi pequeña.

El rostro de Seokjin se contrae, sus ojos empezaron a humedecerse y los labios le tiemblan.— ¿Cómo le doy la noticia? —pensó lleno de sentimientos encontrados.

— Seokjin.— pronuncia Jungkook al ver que su amigo soltaba lágrimas silenciosas.— ¿Que ocurre? ¿Pasó algo en mi ausencia?

Jungkook sospechaba que algo paso en los cinco años, eso era seguro, entre bueno y malo, sucedieron muchas cosas. Quizás Sun hee está con pareja, se mudó a otro país con su pequeña o muchas otras cosas que pudieron pasar en su ausencia. Pero no imagino lo que diría su amigo, y hubiera preferido que Sun hee estuviera con pareja a que...

— Muerta.— repite Jungkook una y otra vez con los ojos llenos de lágrimas.

Su esposa, la madre de su hija y la mujer que fue importante para él, murió hace cuatro años de la forma más brutal.