La vida no para de enseñárme que todos somos iguales. Lastimosamente todos cometemos los mismos errores, solemos juzgar, humillar, lastimar. Sin importar qué, ni porqué. Cuando algo no les gusta suelen quejarse y hablar todo lo que piensan y yo no soy la excepción. Lastimosamente por más qué trato mantener mis opiniones en silenció alguien los escucha, suele ser bastante desahogante en los oídos correctos... eso es mentira.