Comencé Por Mi

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Mi día parecía nunca terminar, llegué a mi casa, sin idea alguna de las clases, de las tareas, parecía que había estado en un lugar donde no estuve es decir, estaba de cuerpo presente pero de mente ausente. El cuerpo y la mente son cosas que deben permanecer unidas, inseparables, siempre juntas...

Por que sino te pierdes del mundo, de lo que pasó a tu alrededor, de lo que no. La verdad todo eso en ese instante no me importó, simplemente quize continuar con esos pensamientos.

Recuerdo haber mencionado, que al olvidarlo tendría más tiempo para mí, para conocerme, quererme y valorarme.

Empecé por analizarme físicamente. Así que me paré frente a un espejo y comencé a describirme.

-Haber, haber. No soy tan alta, pero tampoco muy baja. No estoy delgada pero tampoco muy gorda. Tengo un cabello negro hermoso, liso y largo, mas o menos a la cintura. No soy negra, tampoco blanca, soy trigueña. Uso lentes, pero esto no impide ver mis ojos hermosos. Mis labios son gruesos y con ellos hago muchas muecas. No soy fea, soy hermosa...

Y bueno todo esto formaba parte de una mejoración de mi autoestima, aceptarme, quererme, y valorarme como soy. Y así podré valorar a los demás. Hoy era un día de cosas positivas así que no resaltaría mis defectos. Continue el proceso, pero esta vez tocaba lo más difícil, mi manera de ser.

Recorrí el cuarto en busca del mejor lugar para alcanzar el nivel de inspiración máxima. Lo ideal fue acostarme, cerré los ojos y me puse a pensar:

-Soy...

De repente, sentí un cansancio con muchas ganas de dormir, así como la gravedad no hala a la Tierra, así me halo el sueño a dormir.

Sin Rumbo♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora