Desperté un día con grandes ganas de vivir, de ser, de soñar, con un entusiasmo infinito y sensaciones de que algo al fin, iba a salir bien. Me levante, no como lo hacía de costumbre, sino que esta vez fue con gran entusiasmo. Me arreglé para ir al colegio y sabía que hoy todo sería diferente. Ahí había un chico del cual yo gustaba mucho, pero temía enamorarme y que el sentimiento no fuera mutuo. A diario me conformaba con el simple hecho de verlo, saludarlo y admirarlo pues no tenia valor de hacer nada más. Steven, era de estatura media, un chico de ojos zarcos, su piel blanca, un cabello castaño que se movía al ritmo del viento, el era muy guapo pero problema no era su físico; me cuestionaba a diario porque la personas no podían ser hermosas por dentro y por fuera, por lo general cada uno solo logra tener una de estas; de verdad lo quería, pero al realizar y descubrir que el físico no lo era todo, decidí comenzar a olvidarlo, y así comenzó todo. Al dejar de pensarlo, empecé a tener mas tiempo para pensar en mí. Estaba muy contenta de al fin dejar de lado algo que no me estaba haciendo bien, no me refería a dejar de luchar por alguien, simplemente reflexionar y darse cuenta que una persona no lo es todo. Con este pequeño acontecimiento comencé mi día, aun no podía creer la decisión que había tomado. Por lo general yo era muy aplicada, pero ese díao mente se divagó y comenzaba a pensar en cosas de un futuro no tan lejano, cosas como ...
|¿Podré enamorarme?|
|¿A quién elegirá mi corazón?|
De preguntas sin respuestas lleno estuvo mi día, pero bueno comenzaba el receso y no quería actuar extraño. Me senté con mis compañeras como lo hacía todos los días, una rutina interminable, mismas pláticas, mismos chistes, mismas quejas, este día fué diferente, no comenté nada, ni di a conocer mis grandes ideas imaginativas como solía hacerlo siempre. Me notarón extraña, y tenían razón, así que una de ellas preguntó:
-¡Oye! ¿Johana estás bien?
Ya lo esperaba, quien preguntó fue Amanda una colocha, delgada, trigueña y muy infantil chica, iba por la vida actuando como niña fresita, pero de eso no tenía nada, simplemente era muy aniñada.
Le respondí:
- Lo estoy, hoy más que nunca.
- ¿Puedo saber que ha pasado?
- Claro, al fin he decidido olvidar a Steven, es muy lindo pero creo que no es lo que necesito.
-Que curioso, y eso ¿a que se debe? ¿hay alguien más? ¡Vamos dime!
Reí desconcertada, no esperaba tal interrogatorio.
-No hay nadie, sólo he pensado muy bien las cosas y creo que ya es tiempo de dejarlo ir.
No respondió, simplemente quedó pensativa y quizá esperando más de lo que ya le había dicho.
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Sin Rumbo♥
Romans|Escribiendo...| Johana es una chica dispuesta a dejar todo en cuanto al amor y así aprender mas de sí misma, lo que no sabe y luego entenderá es que no se elige de quien enamorarse, y que aunque no quiera, Alexander pasará a formar parte de su vida...