Humanos como tú | AuronPlay.

Capítulo Final.

(...)

Salimos del registro civil, había una tormenta de nieve, tratamos de subirnos al carro, cuando al fin pudimos, suspiramos.

—Raúl, estamos casados.— Suspiré cansada, ok recapitulemos, deje a mi prometido en la altar para recuperar al amor de mi vida y para terminar en el registro civil y ahora soy su esposa, más locuras no podrían pasar.

—Lo estamos.— Raúl suspiro fuerte, mi cabeza estaba llena de ideas ¿Que pensarían mis padres? ¿Mi familia? ¿La gente? ¿Los fans? Vaya mierda que soy.

Cuando Raúl tomó mi mano, todas esas dudas y miedos se fueron. Solo podía pensar en él y era lo único que me importaba en el momento.

—Creo que tendremos que buscar un lugar para no morirnos congelados.—Raúl maneja hasta un hotel, vaya que éramos el centro de atención con mi vestido y su traje.

Llegamos a nuestra gran habitación con una botella de champaña, pusimos agua caliente en la tina para mojar nuestros pies, mientras remojábamos los pies tomábamos de la botella.

—Linda noche de bodas.— Raúl y yo bebíamos directo de la botella, mientras nuestros pies, jugaban con el agua caliente.

—¿Crees que Samuel me odie? Espero que lo haga, no merecería su amabilidad.

—Bueno, lo más seguro que me de un puñetazo en la cara, así que estás salvada de eso, y si lo hiciera, créeme que le parto su cara por meterse con mi esposa.

—Lo último que Samuel haría, sería golpearte...¿No crees que fue demasiado rápido?

—Bueno, no quería cagarla más y realmente quería que esto fuera enserio, ______ esto va a funcionar, todo va a estar bien.

—Es increíble, en este momento tal vez estaría haciendo el ridículo bailando con este vestido, soportando a tanta gente...— Raúl se levanta, saca sus pies de la tina y extiende su mano.

—Bueno al menos solo lo sabremos nosotros dos.— Raúl de su teléfono pone una de nuestras canciones favoritas.

—No la olvidaste.— Tratamos de bailar ambos, éramos terribles pero hacíamos todo lo posible.

Tomamos hasta acabarnos la botella, ya estábamos algo hasta al culo, salimos del baño traté de quitarme el estúpido vestido pero terminé cayendo a la cama, Raúl, se pone encima de mi y me besa.

—Suena mejor _____ de Álvarez a  De Luque, suena más presuntuoso.— Ambos nos reímos y seguimos besándonos.

(...)

El dolor de cabeza me hizo despertarme de golpe y molesta, miré alrededor y recordé todo, vaya que no fue un sueño pero vi una maleta.

—Raúl...— Raúl sale del baño, preocupado.

—¿Qué esa maleta?.— Pregunté asustada.

— Son mis cosas, acabo de volver con Rubén, se que no tienes ropa aquí pero puedes tomar de la mía...— Mi teléfono suena y contesté.

—¿Willy?

—Hola _____, escucha, se que no debería hablar contigo pero bueno fue una locura esto.— «¿En serio piensas eso? Pudo ser peor»

—Escucha, ambos son mis amigos pero no podéis huir como si nada, Samuel apenas puede levantarse de la cama y necesito que hablen.— Confirmado, Willy está loco.

—Willy, no puedo, no debo hacerlo, Samuel debe de odiarme, es mejor dejarlo así, Samuel no merece esto.

—Es lo menos que podéis hacer, hazlo antes de que sea más tarde, Samuel se irá a Amsterdam esta noche.

Willy me colgó, ¿Qué verga? Ahora tenía que enfrentarme con mi ex-pareja, que pendejada pero tenía razón al menos si quería recuperar mi dignidad y mis cosas.

Le pedí a Raúl que me llevara a mi casa, mi antigua casa. Subí y entré a la habitación, Samuel estaba parado cerca de su cama, estaba en estado de shock.

—¿Qué hacéis aquí? No te bastó dejadme ridiculizado en el altar

—Vine a dejarte las llaves también Willy me pidió que habla con contigo, Samuel, estás en todo tu derecho de odiarme, hazlo, pero créeme que es lo mejor para ambos.

—Se que estás con Raúl, me alegro que no haya venido por que lo rompo a puñetazos, siempre pensé que pasaría esto, menudo idiota soy.

—Entonces ¿Porqué pasamos por esto? No tenías que hacerlo, no tenías que torturarte de esta manera.— Dije desesperada.

—Yo te amaba, aún lo hago, pero pensé que podría cambiar tu forma de pensar, darte todo lo que merecéis, aún así no fue así, creo que te gusta la mala vida.

—¿Disculpa? Yo no podía darte todo lo que querías ¿De que serviría una gran boda, si a los meses estaríamos divorciados? Perdón Samuel, pero no me voy a callar en esto, SI yo cometo un error con Raul, es MI problema...

—Creo que ya deberías irte, creo que tenías razón, agradezco no haberme casado contigo.— Podría mentarle la madre, decirle tantas cosas malas pero al final, está en su derecho, yo soy la mala en su historia.

—Gracias Samuel.— Me fui y esa fue la última vez que vi a Samuel, durante la semana mientras Samuel no estaba, Willy y Raúl me ayudó a sacar mis cosas.

Apenas comenzaba nuestra historia.

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