Parte 5, "Confesión"

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By Jackson.

Después de aquella hermosa confesión por parte de Nam me sentí realmente feliz, sentí que podía vivir.

Ese día salimos a cenar y bailar, despues él me dejo en mi edificio con un beso que dejaba más miel que las abejas.

Nos vimos para desayunar el día siguiente y el tiempo se nos fue volando, y así pasaron los demás días hasta que supe por que estaba aquí.

Me contó que buscaba donde vivir, había vendido su departamento y parte de sus cosas para mudarse, había perdido su empleo y buscaba reestablecerse.

Inmediatamente ofrecí que viviera conmigo pero no como pareja sino como compañeros de piso, al principio se nego pero insistí, me sentía responsable de que él perdiera su empleo, dijo que el lugar habia cerrado mientras resolvían el asesinato y no solo eso, el lugar tenía cosas ilegales, negocios clandestinos y era un sitios que aseguraba la venta de sexo, todo eso le había llevado a cerrar.

Y accedió, con la condición de que correría con la mitad de los gastos y las cenas eran su obligación.

Decía que no me podía permitir cocinar luego de que ese era mi trabajo. Quería que desacansara de la cocina al menos en casa.

Eso me hacía sentir especial.

El tiempo paso y la relación con Nam iba viento en popa, estaba feliz de ser tan querido por Nam, no me trataba como un objeto, me trataba como si fuera la persona más importante sobre la tierra y eso era algo bellisimo.

Habíamos pasado de las salidas a restaurantes y discotecas a simples comidas en cualquier lugar sencillo y a pasar la noche tomando unas cervezas en algun bar de la ciudad. Sin duda todo era comodo estando con él.

Vivíamos bajo el mismo techo pero en habitaciones separadas, despertabamos y desayunabamos juntos, después ibamos juntos al trabajo gracias a que había convencido a mi jefe de contratarlo como barman luego de que el chico que trabajaba con nosotros se fue por una enfermedad, mi jefe acepto con la condición de que nos responsabilizaramos en nuestro trabajo, no tenía inconveniente con que fueramos pareja sino que no quería que nos distrajeramos, así que teníamos muy poco contacto, al salir de restaurante caminabamos a casa tomados de la mano, en ocasiones pasabamos al super o a comprar una película para verla al llegar, convivimos demasiado y, a la hora de dormir cada quien iba a su habitación para terminar la noche con llamadas y mensajes.

Así paso medio año.

- Casi estan listo los panqueques - grito Nam desde la cocina, era domingo por la mañana y Nam se encargaba del desayuno, no era nada como lo que yo acostumbraba preparar, sino todo lo contrario, su comida siempre era tradicional y típica mientras que yo siempre preparaba comida sofisticada -¿ has puesto la película ya? - preguntó sentandose a lado mío en el sofa mientras dejaba dos platos sobre la mesita de centro.

- ¡Si! Ya va a comenzar - dije emocionado tomando un plato de panqueques y bañanadolos con miel, Nam hizo lo mismo y se recargo en el sofa.

- Jack, ¿te puedo decir algo? - dijo mirandome seriamente.

- ¿Que sucede? - pregunté sosteniendo su mirada.

- Ese pijama te queda hermoso - sonrió de lado antes de acercarse y besar castamente mis labios, había logrado que me sonrojara, ¿¡y como no!? Tenía puesto un pijama con el pantalón dibujos de conejitos y la playera tenía un gran conejo gris en el pecho, se que era ridicula pero me gustaba... y al parecer a Nam también.

Entonces nos dedicamos a ver la película, El fantasma de la opera mi película favorita, ya la habíamos visto como cinco veces en lo que iban del mes y aún así no me aburría y Nam no parecia incómodo por mirarla, me preguntaba si esa era una muestra de su amor por mi.

Cómplice. [NamSon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora