⌫︎ Una universidad mixta, un error por parte de la directora y ahora Naruto Uzumaki y Hinata Hyūga deberán compartir cuarto hasta que se desocupe otro. ¿Problemático, no?
Pero, después de todo, ¿Qué podría pasar?
◤𝐇𝐈𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐀 𝐎𝐑𝐈𝐆𝐈𝐍𝐀𝐋◢...
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A la mañana siguiente, tanto Naruto como Hinata estaban sonrojados hasta las orejas, sus manos juntas pero sin entrelazarse y sus miradas viendo al otro de reojo, aunque en cuanto sus miradas chocaban, rápidamente volteaban hacia otro lado, avergonzados de haber sido descubiertos.
—N-Naruto-kun— tartamudeó, mirándolo de reojo. Finalmente rompiendo el incómodo silencio entre ambos y haciendo que el chico voltease a verla. —Y-Yo no debí quedarme dormida ahí, perdón— se disculpó sonrojada, apartando su mirada. Aunque en el fondo no se arrepentía realmente.
—N-No tienes porqué disculparte— murmuró el chico. —Yo fuí el que te mantuvo ahí, perdón— también se disculpó a la vez que la chica se sonrojaba un poco más. Aunque él tampoco se sentía completamente arrepentido de lo que había pasado, no quería asustarla.
Era muy díficil para él. Estaba enamorado de Hinata, se había dado cuenta por primera vez a los catorce cuando salió de viaje con su abuelo Jiraiya. Estuvo fuera de la ciudad por tres largos años antes de volver con sus padres y amigos. Al haber estado tan lejos de ella, pudo notar la falta que le hacía sentir su aroma, sentirla a un lado suyo.
Aún recuerda cuánto pataleó y berrincheó con tal de ver a la chica. Diciéndoles a sus abuelos que la extrañaba mucho y quería verla de nuevo. Al inicio, Jiraiya y Tsunade se sorprendieron al escucharlo, sonriendo después al entender lo que el niño pasaba. Con tranquilidad, lo sentaron frente a ellos y le explicaron lo mejor que pudieron la situación, aunque en ese entonces no pudo entenderlo del todo.
Ahora lo entendía.
Y sí, la directora era su abuela paterna.
Pero volviendo al tema principal, después de lo que había pasado y las palabras tanto de sus abuelos como de Sasuke, podía entender un poco mejor sus sentimientos, y se sintió sorprendido pero feliz de saber que lo que sentía con la Hyūga eran síntomas de enamoramiento. Se estaba enamorando de Hinata. Y eso no parecía malo. En lo absoluto.
—Hinata— le llamó. —¿A tí... Te gusta alguien?— ni él mismo sabe porqué salió la pregunta, simplemente le nació y a los segundos se arrepintió, pensando en lo tonto que había sido al preguntarlo.
Mientras tanto la chica a su lado se había sorprendido y sonrojado en sobremanera, tartamudeando un poco y sin saber cómo decirle que alguien le gustaba sin decirle que esa persona era él.
—B-Bueno— tartamudeó sonrojada cubriendo su rostro para después asentir.
Naruto se sintió algo celoso de quién fuera la persona que hacía que el corazón de Hinata se acelerara así como la chica hacía que él suyo se acelerase.
—¿Cómo es él?— preguntó con una expresión seria. Por un lado quería saber por si se trataba de él mismo pero por otro temía llevarse una decepción o un corazón roto al descubrir que era lo contrario.
