8: Robo

329 43 14
                                    

Las personas a veces no comprenden la mente de su propio cuerpo, y eso sucede con Vegetta ahora mismo, no sabe que mierda esta pasando.

Despierta sin alcanzar a respirar, Lobo Nocturno ha estado ahí, pidiendo más de lo que podría dar.

Lo quiero matar, es el pensamiento más grande de Lobo Nocturno.

Su mente duele de nuevo, no sabe que tipo de cosas le hizo Auron, pero está seguro que algo no muy bueno.

Lobo Nocturno sabe cómo salir, pero no tiene las fuerzas para hacerlo y Vegetta no siente que es digno de salir aún.

El pensamiento es estúpido, pero real para él.

—AHHHHGGGGH— grita frustrado, necesita salir de ahí, a como de lugar.

No sabe cómo, pero se levanta arrastrando su cuerpo, para salir por los cristales, no ve bien, pero cree saber cómo salir de ese lugar.

—Hola— alguien lo saluda con una lámpara en la mano.

—¿Qué está pasando?— Vegetta pregunta.

No sabe dónde está y tiene miedo, incluso Lobo Nocturno desaparece en lo profundo de su mente.

Ahora solo está Vegetta, aterrado.

—Estas en el suelo ¿Porqué?— pregunta el chico con la lámpara.

—Tengo miedo— Vegetta dice sincero.

Quiere irse pero a la vez no. ¿Qué está pasando con sus pensamientos?

Su cabeza comienza a doler de nuevo.

—No deberías tener miedo, mi padre nos cuida bien, ¿Quieres hablar con él?— el chico dice tranquilo.

Eso calma un poco a Vegetta.

—Si— dice bajito mientras cierra los ojos.

Siente como si el techo fuese a caer sobre ellos en cualquier momento.

Después de un momento, escucha la voz de nuevo.

—Hola Vegetta, Raulito me ha dicho que querías hablar conmigo— Auron comenta con la voz suave.

—Sisisisisisi— Vegetta dice aún con miedo.

Busca a Auron con las manos, hasta que encuentra sus pies y abraza sus piernas, aterrado.

—Lo siento, lamento todo lo malo que hice, espero me perdones, lamento salir sin permiso, tengo miedo, ayúdame por favor— Vegetta pide, no importa nada más.

Solo quiere que el miedo se vaya.

—Esta bien Vegetta, no estoy molesto, solo dime qué quieres hacer— Auron se acerca y acaricia el cabello de Vegetta.

Calmando al joven aterrado.

Vegetta no piensa demasiado en que hacer para no tener miedo y solo habla.

—Quiero estar contigo— Vegetta dice más tranquilo.

Abre los ojos por fin y siente su cabello siendo acariciado.

—Eso suena bien, pero tendrías que dejar la habitación si quieres estar conmigo— Auron comenta.

Vegetta piensa en ello, se muerde el labio pensando hasta saber que elegir.

—Vale...acepto— dice entonces.

Su mente comienza a doler, porque no quiere dejar la habitación, pero su supervivencia le dice que si acepta, podrá encontrar la manera de salir de ahí y por fin ser libre.

—Entonces vamos— Auron toma la mano de Vegetta para que esté se levanté.

Tiene miedo mientras comienzan a caminar, decide cerrar los ojos, guiarse por la persona a su lado.

Al subir unas escaleras, hay una puerta al final del camino de estás, de color café claro.

Y Vegetta tiene miedo de nuevo, quiere irse a esa habitación blanca en la oscuridad, pero no está bien, intenta controlarse.

Auron abre la puerta y el pasillo de la casa lo ataca demasiado, pero de forma agradable, como un abrazo que Vegetta no quiere soltar.

Se acerca a la alfombra roja que está ahí y se recuesta sobre esta, absorbiendo el abrazo que su mente crea.

—¿Estás mejor?— Auron pregunta sonriendo.

—Si...gracias— Vegetta siente la tranquilidad en su cuerpo.

Es incluso mejor de lo que esperaba, no recordaba sentirse de esa manera alguna vez.

Escucha los pasos de Auron alejarse, pero no quiere eso.

—Espera...no te vayas— Vegetta pide absorbiendo el aroma a pastel de la casa.

—Tengo que apagar el horno— Auron informa tranquilo.

Vegetta entiende y se queda esperando mientras obtiene la paz en su cuerpo.

Incluso sus pensamientos se han detenido, aunque Lobo Nocturno desea robar la casa, Vegetta solo puede sonreír en armonía.

Auron vuelve fresco.

Vegetta le sonríe desde el suelo.

Y es tan surrealista, el que todo se vea tan bonito y colorido, que Vegetta sienta tanta alegría de un momento a otro, sin razón aparente.

Pero está pasando, está ahí y es lo que importa, aunque desea que este momento dure para siempre, sabe que no pasará.

—Puedes irte cuando quieras Vegetta— Auron informa caminado hacia un sofá cerca.

—Estaré dónde tú estés— Vegetta juega con los patrones de la alfombra.

Aún está en el suelo, no importa nada.

—No puedes estar aquí para siempre— Auron comenta mientras lee algo.

—¿Qué lees?— Vegetta pregunta nervioso.

—Nada importante— Auron dice sin dejar de leer.

Vegetta ve sus facciones y desea tanto estar más cerca, pero ¿Porqué piensa en eso? Se pregunta.

Está molesto de nuevo y su cabeza comienza a doler.

Quiere llorar y sufrir, desea tanto tener miedo y no comprende sus emociones y su cabeza duele más.

—Deberías ir a dormir— Auron dice sin separar sus ojos del libro.

—No quiero— Vegetta dice molesto.

Su cabeza no soporta el dolor. Cierra sus ojos sintiendo como todo es demasiado, duele, pero no es el dolor que el desea.

No lo quiere o ¿Si?

—AHHHHHHH— gime de dolor sin poder evitarlo.

Auron lo ve sin expresión en su rostro.

Vegetta se acerca lento, pidiendo algo.

—¿Qué haces?— Auron pregunta mirando los movimientos del otro.

—Quiero...quiero...— Vegetta no sabe cómo pedirlo.

Pero se acerca aún más.

Está cerca del rostro de Auron quien lo ve sin emociones, que Vegetta desea más de esa indiferencia.

—Quiero...que me lastimes— Vegetta pide acercándose para besarlo.

Auron lo detiene, antes de que suceda, y así Vegetta obtiene lo que desea, rechazo y dolor en su corazón.

—Más...por favor— Vegetta pide casi en agonía.

Auron se aleja entonces de Vegetta sin comprender nada de lo que está pasando.

Vegetta entonces siente algo recorrer su nariz.

—Estás sangrando— Auron comenta.

Y Vegetta se desmaya.

Sus pensamientos se vuelven oscuros.

The houseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora