Cap 5: Error

167 15 8
                                    

Continuamos..



Narra Marinette:

La mañana había llegado ya. Después que la fiesta terminara regresé al cuarto que Chloe me asignó, ahí Eunice me esperaba. Ella me ayudó a quitar las ropas y desmaquillarme, pasarían casi de las 4:30 de la mañana cuando me acosté al fin.

Escuché a lo lejos que alguien tocaba la puerta, no quería ni abrir los ojos, seguramente los tendría hinchados por la falta de sueño. Quité la almohada y la coloqué sobre mi cabeza, intentando ensordecer esos insistentes golpes, pero no funcionó.

X: señorita Dupang-Chen.. –escuché a alguien decir del otro lado de la puerta- ¿está presentable? –preguntó

Marinette: ¿Eh..? –solté al quitar la almohada de mi cabeza- eso creo.. –dije

Esa noche Chloe me había prestado también una de sus pijamas.

Marinette: adelante.. –dije al fin mientras me sentaba sobre la cama

X: con permiso.. –dijo la voz

La puerta se abrió lentamente, y aunque mis ojos no terminaban de acostumbrarse por completo a la luz, reconocí a Eunice.

Eunice: buenos días, señorita Dupang-Chen.. –me saludó con una sonrisa en el rostro- la señorita Bourgeois me ha mandado a preguntarle si desearía tomar el desayuno con ella

Marinette: ¿el desayuno? –repetí confundida- ¿qué hora es? –pregunté

Eunice: casi la una de la tarde –respondió

Marinette: ¿la una? –repetí sorprendida

El insomnio que había en mi se disipó al instante. Estaba sorprendida, ¿cómo es que dormí tanto y aun así me sentía cansada?

Eunice: así es.. –rectificó amablemente

Marinette: ah... bueno, si.. –respondí algo confundida- pero no pienso bajar a la recepción –advertí

Eunice: descuide, el desayuno se servirá aquí en su habitación en unos minutos.. –respondió

Marinette: está bien.. –dije- me cambiaré entonces..

Eunice: perfecto –añadió- con su permiso

Una vez dijo esto, se retiró a mi habitación. Aún estaba confundida, ¿ya la una de la tarde? ¿qué rayos hice anoche?

Un beso.

El recuerdo de un beso vino a mi memoria y efectivamente, no pude evitar sonrojarme.

Marinette: ¡no puede ser!

En cuanto me recuperé entré al baño para darme una ducha rápida y fría, además de cambiarme de ropa. Usaría el vestido que había comprado y con el cual llegué el día anterior. No lavé mi cabello, quería dejar las "bucles" que habían quedado a forma de vestigio del peinado del día anterior, solo los acomodé y lucía fabulosa.

Me miré al espejo por última vez, cuando noté algo en mi cuello. Algo que no estaba ahí antes. Me acerqué y ladeando mi cuerpo y cuello para observar mejor, me di cuenta lo que era.

¡Ese gato había dejado una marca en mí! Maldición.. Estaba tan apenada...

Escuché ruido del otro lado de la puerta, seguramente ya estaría servido el desayuno. Suspiré profundo y recé para que Chloe no se diera cuenta de esa marca. Al salir la divisé sentada en la mesa junto a la ventana, miraba su celular muy quitada de la pena. Debía conservar la calma.

DisfracesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora