Cap 9: Dinero

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Seguimos..


Narra Marinette:

Caminaba de regreso a casa, había sido un día bastante agotador en la escuela y en las clases particulares que daba a otros alumnos. Solo quería llegar a casa, darme una ducha y meterme a la cama.

Al llegar a casa, mi madre ya me esperaba como de costumbre. Le ayudé a poner la mesa para la cena, y una vez mi padre llegó de su trabajo, nos sentamos a degustar la comida. Era maravilloso pasar tiempo con mis padres.

Una vez hubo terminado la cena, lavé los trastes y me metí a bañar. Al salir, preparé un té de manzanilla, siempre me ayudaba a relajarme. Subí a mi habitación, pero en lugar de meterme a la cama como lo había planeado, salí al balcón, deseaba ver las estrellas esa noche.

Observaba el firmamento recargada sobre el barandal, pensando.. pensando.. en aquella noche del baile. Aunque no lo había querido aceptar, desde aquel momento mi mente se la pasaba divagando en la encantadora velada que tuvimos. Fue un momento memorable, muy romántico a pesar de guardar las apariencias con aquel chico.

Pero aun así, no quería volver a verlo. Estaba segura que una vez supiera quien soy en realidad, se decepcionaría, y todo el encanto que se había creado aquella noche, desaparecería. Por eso no quería que él me encontrara.

Suspiré con pesadez antes de darle otro sorbo a mi taza de té.

Marinette: te gusta complicarte la vida, ¿verdad, Marinette? –me pregunté a mi misma- y luego también ese otro chico.. Adrien..

Tampoco había podido dejar de pensar en ese otro chico, el que conocí el día anterior en el vestíbulo del hotel. Él tenía algo muy familiar, como si ya lo conociera, pero no podía acertar a lo que era. La cabeza me daba vueltas de pensar en ambos..

Marinette: ese otro chico.. –dije en voz baja

El recuerdo de su sonrisa vino a mi mente de nuevo, me volví a sonrojar. ¿También me la pasaría suspirando por ese otro chico? Volví a suspirar mientras llevaba mi mano a la cien y comenzaba a masajearla. Me explotaría la cabeza.

Ahora recordé la sonrisa de Chat noir en aquel baile.. era eso.. eso era lo familiar entre ambos, y claro, sus profundos ojos verdes.

Marinette: se parecen tanto.. –dije sin siquiera pensarlo

Levanté la vista al frente, observando la torre Eiffel brillar por las luces como aquella noche.

Marinette: ¿y.. si son la misma persona? –me pregunté a mi misma

NO.

Deja de pensar en eso Marinette, no tiene caso, ya tomaste una decisión.

Dejé la taza sobre una mesita. Suspiré por última vez antes de darme la vuelta con la intención de ir a dormir, cuando algo llamó mi atención. Uno de los anuncios cercanos había sido cambiado recientemente y sus luces fueron reemplazadas, habían estado fallando.

Enfoqué mi vista para ver el anuncio.

Marinette: loción para cabello, marca Adrien Agre..

¡¿QUÉ?!

Inmediatamente me detuve, ¡¿era real lo que estaba viendo?!

Marinette: loción para cabello –repetí- marca Adrien Agreste.. –pausé impactada- de la famosa marca Gabriel Agreste.. –añadí

Apenas si podía articular palabra, creo que estaba en shock. El chico que conocí esa tarde y el cual tenía su rostro en aquel anuncio, era el famoso modelo Adrien Agreste, hijo del prestigioso diseñador de modas Gabriel Agreste, fundador de la marca del mismo nombre.

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