Capítulo 9
Al día siguiente, Naruto se levanta temprano y se dirige a la oficina del Hokage después de tomar un poco de ramen. Anoche pensó que probablemente también debería disculparse con Shizune. Evitar la incubadora significaba evitarla también y se sintió mal por eso.
Ha notado la semana pasada que los susurros alrededor del pueblo a su paso han cambiado ligeramente. Ahora, además de los insultos y las amenazas normales, están murmurando sobre cómo el Hokage lo está defendiendo y lo que eso significa. La mayoría de las especulaciones están lejos y algunas de ellas lo enferman un poco. Está bastante seguro si la incubadora descubre que habrá un infierno que pagar.
Sus ojos se sienten atraídos por una familia que ve en el mercado. El padre sostiene a su pequeño niño en la cadera mientras la madre se limpia el jarabe de la cara. Se están riendo juntos y el padre le da a la madre un besito a un lado de la cabeza. Una foto perfecta de la familia. Le hace maravillas. Tal vez si su donante de esperma no hubiera muerto y su incubadora no se hubiera ido si hubieran sido así. Probablemente no, ya que su vida nunca va así, pero es bueno pensar en eso.
Naruto entra en la torre y respira hondo. Los nervios se arrastran bajo su piel, haciéndole picar la mejilla. Él deja escapar el aliento que parece estar conteniendo cuando ve al médico de cabello negro caminando hacia el segundo piso desde el tercero. Naruto se apresura y la encuentra justo cuando está entrando en el rellano entre los dos pisos. Ella tiene una enorme pila de papeles que está balanceando en sus brazos, bloqueando sus ojos y lucha para evitar que todos se caigan. Ella parece estar luchando un poco y él sonríe ante su oportunidad.
"¿Puedo ayudarte?" Shizune salta sorprendido y la torre de papeles cae al suelo. Naruto se acerca y lo estabiliza mientras Shizune se asoma por detrás.
"¿Naruto?" Su mirada de pura alegría lo hace sentir culpable y él toma la mitad del montón.
"Hola." Ella parece estar parada allí en estado de shock y él se mueve de un pie a otro con incomodidad.
"¿Dónde has estado?" Sus cejas se juntan y él sabe que si sus manos estuvieran libres estarían en sus caderas.
"Evitando a la abuela". Naruto admite mientras comienzan a bajar las escaleras.
Shizune presiona sus labios y lo golpea con las caderas. "Ella ha estado preocupada por ti. Mejor ve a verla de inmediato".
"La vi anoche ... estaba molesta ..." Coloca los papeles sobre la mesa al lado de Shizune, con los hombros caídos.
"No ha dormido en toda la semana y no dejaba de preguntarme si te detuviste".
"No volverá a suceder". Promete Naruto, mirándola. "Cenaremos esta noche. ¿Quieres venir?" Los temores de Naruto de que ella lo rechazará desaparecen rápidamente cuando Shizune asiente enfáticamente.
"¡Por supuesto!" Shizune agarra algunos papeles contra su pecho. "Tengo que volver al trabajo, pero te veré esta noche, ¿de acuerdo?"
Naruto asiente con la cabeza y la mira irse. Tal vez tenerla allí ayudaría a sus nervios. Probablemente no. Naruto camina por los pasillos y decide esperar fuera del salón de reuniones para el resto de su equipo.
El equipo de Naruto aparece demasiado pronto para su gusto. Sasuke le da su mirada habitual, pero la de Sakura no es tan odiosa como siempre. Se queda sentado contra la pared, dibujando un sello que está tratando de diseñar. Él conoce todos los símbolos que necesita para sellar temporalmente el doujutsu de alguien, pero no está muy seguro de cómo tejer el chakra en el sello. También tiene que descubrir cómo colocar un sello al tacto. Un trozo de papel se arrancaría fácilmente y no hay forma de que Sasuke se quede quieto el tiempo suficiente para que dibuje uno sobre él.
