3. Ojo por Ojo

243 26 10
                                    

"No me tienes que si nos tentamos, no nos podremos olvidar"

En todo lo que llevamos de recorrido no ha articulado ni una sola palabra, se ha limitado a mirar solo hacia delante y de vez en cuando contestar mensajes de su celular. Las únicas veces que ha dicho algo son para darle instrucciones al chofer. Nunca pensé llegar a casarme tan pronto, sigo impactada.

Suspiro agotada.

Siento el auto detenerse, el levanta la mirada que al instante choca con la mía.

-Hemos llegado-es lo primero que me dice en mucho tiempo.

La puerta del auto se abre y el conductor me ayuda a bajarme, este vestido es demasiado incomodo y pesado odio tener que traerlo puesto. Todos los sirvientes salen y se reúnen fuera observándome. La casa es hermosa pero parece una prisión, anoche no lo note pero hay hombres armados en cada centímetro de ella vigilando, probablemente hasta en el baño vaya a tener que estar vigilada.

-Escúchenme-todos dejan de hablar y le prestan atención-ella es mi esposa y como tal debe ser tratada, no quiero que nadie la moleste ni le falte al respeto-me mira-es una pieza de gran valor en este-lanza una pequeña sonrisa-juego.

No puedo evitar enojarme. ¿Una pieza? Solo una pieza. Un objeto producto de una negociación. Es igual o peor que mi padre ahora se porque mi madre huyó cuando pudo.

-Vamos-me ordena.

Obedezco. Por ahora me mostrare débil, es lo mejor pero en un futuro le haré saber que yo no seré la típica mujer que lavara su ropa y cuidara niños, fui entrenada para algo mas que eso. Una vez que me conozca no se atreverá a volver a hablarme de esa manera.

-Esta es tu habitación-se aleja.

-¿No quieres ayudarme a quitarme el vestido?-comencemos.

Me mira quedándose helado ante mi comentario.

-Pensé que nunca hablarías.

-Bueno no soy muda y tenia muchas palabras atoradas desde que el pastor me pregunto si quería casarme contigo.

-Seguramente estabas llorando debajo de ese ridículo velo que llevas, las mujeres son tan predecibles.

Por supuesto que lo hice pero no le daré el gusto de saberlo. No permitiré que me vuelva a dejar como una tonta frente a los demás.

-No te mentiré-me acerco a el-no me agrado la manera en que papá arreglo esto pero-paso una mano por su pecho-cuando te vi en ese altar sentí unas incontrolables ganas de tenerte encima de mí cómo-ladeo la cabeza-la noche anterior justamente en la habitación de enfrente.

Toma mi mano de manera brusca para apartarla de su cuerpo.

-No juegues conmigo niña, no tienes idea de con quien juegas y si acepte casarme contigo fue por pura estrategia nada más y sobre lo de anoche, eso nunca pasó así que olvídalo.

-No te lo estoy reprochando cariño simplemente quiero obtener un poco de ganancia de todo esto y ya que soy mujer comprenderás que tengo ciertas-muerdo mi labio-necesidades.

El no dice nada solo me mira fríamente intentando adivinar que es lo que quiero y en que juego lo estoy metiendo.

-Claro que-me pavoneo-si no puedes cumplir como esposo puedo conseguir alguien mas que lo haga-con mi mano recorro mi brazo-pero te aseguro amorcito que no soy una mujer a la que le guste quedarse con las ganas y así como te embauque para que te acostaras conmigo puedo hacerlo con muchos más.

-Segun recuerdo tu fuiste la que suplico ser follada-se burla.

Mi risa desaparece, aún me debe eso.

Belleza OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora