✔️POWERLESS - DEVIL MAY CRY AU

CAPÍTULO 3 - ENCUENTRO

5

Vergil se dirigió detrás de las tarimas para llegar con su hermano. Dante estaba teniendo un chapuzón en la regadera después del concierto y le había pedido que fuese a verlo luego de conseguirle «un taxi digno de un cantante de su talla»

Vergil hizo lo que pudo.

We're only gettin' older, baby

And I've been thinkin' about it lately

Does it ever drive you crazy

Just how fast the night changes?

Everything that you've ever dreamed of

Disappearing when you wake up

But there's nothing to be afraid of

Even when the night changes

It will never change me and you

Un taxi de esos que te cobran menos si viajan varias personas, lastimosamente, los teléfonos móviles apenas se estaban incorporando en el mercado y por aquella fecha y por la falta de acceso, a menos que se tratara de temas empresariales. Quizás en el futuro, le sacaría más provecho, fue lo que se dijo a sí mismo mientras evitaba estrangular a su hermano.

—¡Nada mal! —oyó a un hombre cerca. Era el gerente de una discográfica dándole la mano a Dante y éste estuvo emocionado de verlo.

Al fin había conseguido lo que quería y era su oportunidad de cerrar un trato. Por su parte, Vergil prefirió dejarlo y caminar hacia la solitaria calle que se encontraba a la salida del local y un callejón poco oscuro esperaba su llegada.

Su madre se encontraba felicitando a los otros miembros de la banda.

—¿Tu hermano es el compositor? —le pregunto el gerente.

—Sí, pero prefiere que le digamos "el productor" —ambos sonreían y cuando el gerente le pidió que llamara a Vergil con la intención de conversar sobre los derechos y la firma del contrato, él ya se había escabullido hacia la calle solitaria.

Dante corrió a buscarlo.

—¡Vergil, no te vayas!

En la calle, había pocas personas y la chaqueta negra que llevaba puesta evitaba que sintiera frío.

En un segundo empezó a caminar sin mirar atrás.

—¡Vergil, espérame! —Llamó Dante tratando de alcanzarlo. Vergil se giró hacia él, pero no se detuvo.

Siempre le gustaba que Dante lo persiguiera para pedirle favores.

Era la costumbre.

Cruzo hacia el otro lado de la calle, a Dante no le quedo de otra que llevarlo de regreso y reprocharle que esa costumbre suya lo dejaba mal frente a gente importante para su banda.

Y Vergil consiguió burlarse de Dante. Era su manera de no darle el gusto. No estaba celoso de su suerte, simplemente era una manera de quitárselo de encima.

—¡Tendremos una fiesta y no quiero excusas! —le dijo como último para luego meterlo a empujadas al taxi que había conseguido, y junto con los demás integrantes de la banda solo pensaban en celebrar el éxito obtenido al conseguir un sello discográfico.

Estaban disparando palabras cursis y emitiendo gritillos eufóricos de la emoción.

Su madre los despidió a lo lejos acompañada por la madre de Din, quien apoyaba a su hijo con ese nuevo proyecto, aunque una parte de ambas madres dudaba de que se hicieran famosos en un santiamén, pero los animaban a seguir, en especial Eva con Dante. Quien, si no fuera por su madre, quizás se encontraría durmiendo debajo de su cama y vagando por la vida.