Capítulo VII

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*Tres días después*

¿Ya pudiste hablar con Nino? - le preguntó Marinette a Alya a la vez que se encaminaba al elevador de la empresa.

Adrien la estaba esperando en el estacionamiento privado de la companía, puesto que él no había ido a trabajar ese día, ya que ayer por la mañana había recibido un mensaje por parte de su padre, en el cual éste le pedía que no fuera a la empresa al día siguiente para que pudiera descansar y organizar todo para el viaje.

- Fue lo primero que hizo cuando llegó al hotel - respondió la morena al otro lado de la línea - Alizee estaba desesperada por hablar con él - ambas adultas rieron divertidas.

- No lo dudo - comentó la ojiazul a la vez que apretaba el botón para llamar al elevador - ¿Dónde estás ahora?, escucho mucho barullo.

- Vinimos con Ali al cine y ahora estamos tomándonos un helado cada una - respondió Alya con la vista puesta en su hija - Cariño, ¿quieres hablar con tu tía Mari? - le preguntó la morena a la infante, la cual se encontraba muy concentrada intentando que su helado de chocolate no se derritiera.

- ¿Eztáz hamblando con ella? - escuchó Marinette a través del parlante del teléfono.

- Así es... ¿le quieres decir algo? - le preguntó nuevamente su madre, y luego de unos pocos segundo en silencio, la voz de la infante llegó a los oídos de la azabache.

- ¡Hola tía Mali! Mami me dijo que eztaba hamblando comtigo - el ascensor comenzó a bajar, haciendo que la azabache cerrara los ojos al momento en que comenzó a ver doble - ¿Mami, puelde la tia ezcuchalme? - la niña le preguntó a su progenitora al no escuchar la voz de su tia.

- Claro que puedo, ¿cómo estás Ali? - le preguntó Marinette sosteniéndose mejor en el posa manos del ascensor, luego de haber sentido como el almuerzo de hoy había amenazado con salir de su estómago - Tu mami me dijo que estaban comiendo helado, ¿está rico?.

- ¡¡Ziii!! - gritó exaltada causándole una prqueña risita a su madre - Ez de chocotate.

- Chocolate, que rico - contestó ésta respirando profundo, intentando disminuir su mareo.

- ¿A ti te guzta el chocotate tia? - le preguntó la niña mientras le daba una lamida a su helado.

- Me encanta - respondió sonriendo de medio lado.

《Yo también quiero chocolate...

- ¡¡A mi tamblién!! - volvió a exclamar la infante.

- Entonces, cuando con tu mami vengan a mi casa el sábado haremos una tarta de chocolate para merendar, ¿te gusta la idea? - le propuso a la de tres años, y segundos después escuchó un grito ahogado por parte de ella.

- ¡Mami! ¡Mami! ¿Ezcuchate? ¿Ezcuchate? ¡La tía Mali y sho vamo hazel tolta de chocotate! - le contó la infante a su madre emocionada, mientras las puertas del ascensor se abrían.

Las dos adultas volvieron a reír.

- Eso suena delicioso cariño - comentó la morena mientras le limpiaba con una servilleta los restos del helado sobre su labio superior - Ahora, despídete de tu tia y pásame el teléfono, así podrás terminarte tu helado - le dedicó una tierna sonrisa al final.

Ceci Est Notre Début [Adrinette - MLB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora