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Bufanda.

~Spoilers del final~

La brisa que soplo despeinando aun más sus largos mechones de cabello le hizo sentir un escalofrío.

-Olvide mi bufanda- dijo a sus adentros mientras intentaba cubrirse con el cuello de su bata de científico-

Tan enfrascado estaba en eso que nisiquiera noto el como una chica que caminaba del lado contrario de él y que también estaba con la cabeza agachada termino chocando contra él.

-¡Ah!- dijo sorprendido- ¡Lo siento! ¿estas...estas..estas bien?-

-Si lo estoy- dijo ella-

La chica con quien había chocado era una pelinegra con el cabello amarrado en dos coletas con unos listones azules cuyos moños le recordaban a las alas de una mariposa, los ojos de la chica eran igual de azules que sus listones y tenía pupilas blancas en el centro de estos y estaba con el rostro levemente rojo y no disponía de más o menos de la edad entre dieciséis y diecisiete años.

-¿estas segura?- dijo él-

-Si- dijo ella pero luego se volteo a verlo- oye...esta haciendo frío ¿por que estas tan desabrigado?- pregunto-

Él levanto mucho las cejas y abrió mucho los ojos ante esa pregunta, no era normal que un extraño en especial un menor de edad como en este caso le preguntase algo como eso a un extraño adulto como a él.

-Estoy bien olvide mi bufanda en casa...e-eso es todo- dijo él-

La pelinegra lo miro por unos instantes para luego abrir su bolso de ahí sacar una bufanda azul cielo muy bien doblada y se la entrego.

-Ten- dijo ella-

-¿Que? No, no, no puedo aceptarla es tu bufanda- dijo él- se enojaran contigo si regalas tu bufanda-

-Tengo esta- dijo apuntando a su bufanda amarilla enrollada en su cuello- además...- callo- un pariente mio me enseño a tejer tiempo atrás así que...no notarán que me falta una bufanda mi familia sabe que yo misma las fabrico-

Ella no quería admitircelo a un extraño pero quería deshacerse de esa bufanda la cual había hecho para un bastardo el cual había rechazado tanto la bufanda como los sentimientos de ella y quería que alguien más la tuviera.

-Aun así no podría aceptarla señori...- fue interrumpido cuando la joven se paro de puntillas y envolvió la bufanda en el cuello de él, en ese momento cuando la brisa soplo por segunda vez él dirigió su mirada a la joven y fue ahí cuando creyó verla vestida con un uniforme entre azul marino y negro y encima de este un uniforme de enfermera- ¿ah?-

-Ai...mi nombre es Ai Kanzaki- dijo ella evitando mirarlo a la cara-

Aoba toco la bufanda con sus cinco dedos casi cerrando el puño y luego le sonrió calidamente.

-Gracias Ai-chan...te la devolveré en excelentes condiciones cuando te vuelva a ver-

Ella sólo se alejo de él con el rostro rojo por lo que acababa de hacer, ¡Dios! sólo bastaba para que alguien le sonriera así de dulce para que ella se sonrojace.

Aoba la miro alejarse y volvió su mirada de nuevo a la bufanda y sonrió y empezó a caminar de nuevo, Ai lo miro alejarse y de nuevo la brisa que soplaba levanto unas pequeñas hojas secas y cuando estas pasaron en bailando por en frente de ella, la imagen de aquel hombre Aoba que se alejaba caminando se transformo en la imagen de un joven con el pecho descubierto, con una vestimenta inusual cargando dos espadas.

-¿ah?- Ai abrió mucho los ojos y sin previo aviso sus ojos empezaron a soltar lagrimas y finalmente sonrio-