Sin escapatoria.

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Después de volver de una misión en el lado este de las montañas con sus dos amigos y volver con el brazo roto y ensangrentado fue atendido de urgencia aunque no por quien él quería sino que fue atendido por las tres niñas de la Finca Mariposa y no por su enfermera de siempre.

Aoi.

Desde que llego a la Finca ella no le dirigió ninguna palabra ni una mirada siquiera y cuando lo hacía esa mirada era como si mirase a un insecto horroroso y repulsivo o aveces lograba captar decepción en esos hermosos ojos azules.

Tanjiro y Zenitsu también notaron ese comportamiento por parte de la enfermera hacia el peliazul pero cada que alguno de los dos intentaba sacarle algo de información o hablar respecto a eso ella simplemente los ignoraba o cambiaba de tema aveces hasta incluso llego a gritarles para que dejaran de preguntar acerca de eso y así lo hicieron.

Y él se quedo sin información y sin saber el por que el repentino cambio de actitud de la pelinegra hacia él.

Así lo paso por dos semanas y durante esas dos semanas sólo fue atendido por las tres niñas o aveces por la misma Shinobu pero ya no más por Aoi.

Al menos.....hasta cierto día.

Las tres niñas ayudaban a sus dos amigos con los entrenamientos y Shinobu se había ido a una misión junto con Mitsuri así que la única que había quedado para atenderlo fue Aoi quien al entrar en la enfermería lo miro con esa mirada que había adquirido hacia él repentinamente y negó con la cabeza antes de ir donde él y revisarle nuevamente el brazo. El muy idiota se había vuelto a ensuciar el vendaje en otro de sus intentos por entrenar después de una tormenta.

-Dame tu brazo- le dijo con una voz seca y demandante-

Él movió su brazo y ella retiro el vendaje manchado y empezó a colocar uno nuevo.

Sintió un hueco en su pecho al ver el como el brazo seguía con aquel enorme y desagradable moreton junto a un rasguño profundo pero rápidamente se dio una bofetada mental y aplico la medicina en dicho lugar haciendo que él de inmediato crispara de dolor en una mueca haciendo más grande el hueco en su pecho.

-Idiota- susurro-

Durante todo el tiempo que ella estuvo aplicando su nuevo vendaje él no le quito la vista de encima en ningún momento y ella aunque se sentía muy incomoda aun así no dijo ni hizo nada y eso hizo que él sintiera una ira y desesperación aun mayor por no saber que demonios le pasaba a esa mujer.

-Ya esta- dijo- la próxima vez que vuelvas a ensuciar el vendaje o hacerte daño a ti mismo allí de nuevo se lo diré a Shinobu-san-

Él sólo gruñó en respuesta.

-Me iré tengo que lavar las sabanas-

Se puso de pie pero al instante él la rodeo con sus piernas y las apretó a ella jalandola nuevamente a la cama con él.

-¿¡Eh?!- dijo- ¡I-inosuke!- le grito- ¿¡Que estas ha...-

-De una buena vez me dirás que pasa contigo enana- habló-

-¿Eh?- ella lo miro- no me pasa nada, ahora sueltame tengo trabajo que hacer- dijo-

-¡No te dejare ir hasta que me digas por que me trataste como si fuera un trapo viejo estas dos semanas!- grito molesto-

Ella se quedo en silencio.

-¿Y?- dijo- contesta ¿Por que me estas tratando así como me tratas?-

-Idiota- dijo- encima lo preguntas- apretó las sabanas entre sus puños mientras por su rostro corrían lagrimas- eres un idiota...por eso...¡Idiota, idiota, idiota!- alzó la voz entre sollozos-

-¿De que hablas?- dijo confundido- ¿Acaso hice algo?-

-¡Si!- dijo sin mirarlo-

-¡Entonces dime!- le grito-

-¡No!-

-Bien no hables pero estas sin escapatoria por que no voy a soltarte- ella se volteo a verlo con sus ojos bañados en sus propias lagrimas. Verla en ese estado lo dejo atónito así como también lo dejo inmóvil pero sin soltar del todo su agarre hacia ella-

Ella se dio cuenta de lo que le provocó verla así y se dio la vuelta.

-Me prometiste....que volverias a casa sano y salvo- dijo volviendo a derramar lagrimas- ¿No lo recuerdas? Me lo prometiste y mira como vuelves a la Finca, herido, ensangrentado y moribundo- cerro sus ojos con fuerza así como sus puños-

Hubo un silencio y ninguno dijo nada y lo único que se oía eran los llantos de la pelinegra.

Sin soltarla del todo el agarre de sus piernas hacia ella coloco su brazo sano y libre bajo su cuello y la volteo hasta que ella quedo con su cara en su pecho y el deposito un beso en su frente mientras le acariciaba la nuca y ella volvió a sollozar mientras lo abrazaba.

Aoinosuke 》mini comics 《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora