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Me agradas (1/2)






- Cómo te sientes ?- pregunté a mi hermana luego de ver la temperatura que marcaba el termómetro - Sigues con fiebre - miré a mi madre que se encontraba en la puerta -


- Me duele todo - hablo despacio -


- Lo mejor será que no vaya al colegio, yo puedo pedir permiso para cuidarla por la mañana, pero en la tarde tengo que volver, aún tengo cosas pendientes - se acercó para acariciar su rostro - Te podrías encargar en la tarde? -


- Sabes que si mamá, no hay problema - el único problema era mi encuentro con Emily - Tendré que hablar con Emily para cancelar - suspiré -


- Lo siento - dijo antes de estornudar -


- No te preocupes enana, no es como si tu hayas buscado enfermar - le sonreí para levantarme - Bueno, ya debo irme para no llegar tarde, descansa y toma las medicinas - le dí un beso en la frente y otro en la mejilla a mi madre -







Muy desanimada camine hasta salir de casa y emprender el viaje al colegio, tenía tanta ilusión de pasar el día con Becca, aunque tampoco puedo culpar a mi hermana, bueno qué no pueda pasarla juntas ahora, no significa que podamos después, trato de darme ánimos el resto de tiempo, quería avisarle antes de comenzar las clases.







- Dulce Becca!!- dije fuerte mientras corría para alcanzarla -


- No grites!- estaba más roja que un tomate - Todos nos miran -


- Perdón, aunque no tiene nada de malo - me rasque la nuca con nervios, comenzamos a caminar de forma suave, suspiré triste -


- Qué pasa? - pregunto al ver mi expresión -


- Lo siento pero no podré ir a tu departamento hoy, mi hermana amaneció muy enferma y tengo que cuidarla por la tarde -


- Oh - desvío la mirada - Es grave ? -


- No, solo una gripe pero de todas maneras no puede quedarse sola, enserio lo lamento - baje mi mirada -


- Tranquila no es tu culpa - suspiro - Podemos dividirnos el trabajo y luego lo juntamos -


- Podría ser, pero no puedes otro día?- dije esperanzada -


- Apenas tengo tiempo el fin de semana y el trabajo es extenso como para posponerlo - asenti desanimada -


- Y si.... Vienes tú a mi casa hoy - la mire de reojo -


- A tu casa, pero... Yo no sé - realmente estaba nerviosa -


- Tranquila solo seríamos las dos y mi hermana, mis padres estarán trabajando y llegan hasta la noche, estaríamos en la sala - se quedó pensativa, crucé los dedos internamente para que dijera que sí -



- Es- está bien - suspiró - Pásame la dirección e iré después de almuerzo -


- Sii ya verás que la pasaremos bien y te sentirás cómoda- sonreí muy feliz de oreja a oreja -


- Si, si como digas pero por favor ya no llames más la atención - bufó y entrando rápidamente al salón -







No podría estar más feliz, de pronto me sentía nerviosa, ansiosa, solo espero que le guste mi casa, ahhh pasaremos la tarde juntas, le enseñaré mi habitación, tal vez podamos ver una película...ayy me siento tan felíz que nadie quitará la sonrisa de mi rostro.














No Tardes Demasiado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora