EL ORIGEN DEL SINIESTRO

El ser misterioso

           


Daría se acerca y le abraza
mientras cierra sus ojos
añadiendo...
—En verdad hubiera deseado seguir viviendo esta vida tan feliz que me has dado hasta ahora.—

—No digas eso mi pequeña
aún podemos ser muy felices.—
Responde Ángel con una
sonrisa.

Daría se queda pensando y
le dice...
    — ¿ Enserio papá?—

En ese momento, un golpe sacude al campero.

A lo que Ángel sorprendido
y asustado grita...
—¿ Que fue eso? —

Daría asustada se tapa los ojos mientras pregunta...
—¿Que está pasando papá?—

Ángel acelera y responde.
—Mi pequeña siéntate y ponte el cinturón de seguridad por favor.—
En eso acelera más rápido

Y en ese preciso momento un auto, golpea al campero donde iba Daría y Ángel, y él logra controlar bien el campero haciendo que el otro vehículo se saliera de la carretera para luego decir
—Te dije que no, podrán alcanzamos.—

En ese instante Ángel grita, llevándose una de sus manos al pecho.
—¡Ahhh!.—

Daría al escucharlo se quita las manos que aún las tenía en sus ojos, lo mira para luego preguntar angustiada.
—¿Papá que pasó? ¿Porque hay sangre en tu mano?—

A lo que Ángel toma una camisa rápidamente que había a lado de él y se la pone rápidamente de dónde estaba herido, para luego responder...
—No es nada, no te preocupes mi niña yo te sacaré de esto cueste lo que cueste.—

En, eso, unas pisadas se escuchan en el techo y las llantas del campero se pincharon, haciendo que esté se fuese a la orilla del caminó, para luego acabar volcado completamente.

A los minutos...

Ángel abre los ojos inmediatamente, quitándose así el cinturón e ir a dónde se encontraba Daria, que se encontraba en el otro asiento todavía aturdida por los golpes.
—¿Daría mi niña, estás bien?—

—¡Si papi! Pero tengo mucho miedo ¿Que está pasando?—


Ángel se cubre la herida y toma Daría en sus brazos,  se dirige hacía la salida corriendo así hacía el bosque.
—Pequeña agárrate bien de mi por favor.—

—Bueno, pero tú... ¿Estás bien?—

Abrazándolo con más fuerzas, mientras le preguntaba.

—Mi cielo no te preocupes por mí.—
Dijo, corriendo así entre los árboles, mientras unas pisadas los seguían, y también se escuchaban unas voces y unos perros ladrando.

En eso Ángel grita preocupado.
—Ven, ya maldita sea,  Daría te necesita.
Siguió corriendo, hasta llegar al pie de una montaña, deteniéndose así mirando alrededor, a lo que empezó a llorar mientras le decía a Daría...
<<Perdón, en verdad perdón, pero ya no voy a poder protegerte más, en verdad lo siento mi pequeña.—

—No, papá, no digas eso por favor, al contrario te agradezco por qué tu me diste un hogar y mucho amor, el que jamás recibí de mi propio padre, hiciste que conociera la paz, eres y serás la persona más importante en mi vida y gracias a ti, estoy viva; sin dejar de llorar Daría le dice... Te amo papá.—

En eso Ángel, cae al suelo...  Diciéndole a Daría
—Mi niña mía ya mis  fuerzas me abandonan ya no puedo más.—

— Nooo papá, quédate un tiempo más por favor, no te vallas ahora papá, te necesito.—

Ángel empieza a cerrar sus ojos murmurando suavemente...
-—Mi pequeña, mi niña linda, mi hermosa brujita te amo.—

Daría, llorando tomo el trapo, para así cubrir su herida, mientras seguía llorando y gritando...
—No, no me dejes papá golpeando su pecho y entre lágrimas seguía repitiendo
<< Papá, papito despierta por favor no me dejes no te mueras te necesito papi nooooo>>

En ese momento un gran temblor sacude el lugar haciendo que la montaña comenzará a temblar cuando de pronto, se escucha unos pasos acercándose, suavemente mientras se escucha decir...
—¡Ohhh! Creo que te vas a salir de control y no puedo dejar que pase eso; ¡ohhh no!.—
A lo que Daría gira su cabeza para ver de dónde procedía esa voz, mirando a una persona misterio que ella jamás había visto.

—Bien experimento número 11 o Daría como tú prefieras, este es el final, es hora que te desaparezca se una vez por todas, ya me has causado muchos problemas y está vez, él no te salvará, cierto Castiel.—

En eso unos pasos se acercan y ........


Continuará....