EL ORIGEN DEL SINIESTRO

Un Nuevo Inicio Manchado

                      Parte 4

                                     Años después

   —¿Dónde está Daira?... Pequeña baja por favor.—

—Aquí papi.—
Corriendo hacia él rápidamente.

La ve y sonríe acercándose a ella, para preguntarle.
  — ¿Y ese gorrito, es nuevo?

A lo que ella lo toca con sus dedos para luego responder inocentemente.
—Si, lo compre  hoy para ocultar mis cuernitos.—
Riendo tiernamente.

  —Siento que tengas que esconderlos, pero es necesario que lo hagas.—

—Lo se, papi gracias por preocuparte.—
Dijo tiernamente.

—Esa es mi princesa, eres esa hija que siempre quise, gracias por alegrar mi vida y recuerda que estoy muy orgulloso de ti mi niña hermosa.—

Daira hizo un puchero mostrando su enojó.
—Soy una brujita tío, una linda brujita.—

   —¡ Ohhh !!!.
¡Si eres una brujita ¡No me vallas a convertir en un sapito, ehh!!!

Daira sonríe y responde tiernamente.
—No prometo nada.—

A lo que él la abraza y le da un beso en la frente.
—Si me conviertes en sapito, te haré cosquillas, muchas cosquillas.—

—No, cosquillas no.—
Dijo con ternura Daira al ser abrazada.

En eso su tío empezó a hacerle más y más cosquillas.
—Si, si muchas cosquillas.—

—Está bien, no te convertiré en sapito;—
Dijo Daira abrazándolo.

—Siempre el señor cosquillas vence, ja,ja,ja,ja.—

Toca su frente y le dice mirando le a los ojos.
  —Pero eso es trampa papi.—

— ¡ummm no! ¡no lo es! y vamos no quiero que te quedes sin clases.—

—¡Uuuuuu vamos en la escoba voladora!. —

—No la escoba está en el escobolo.—

—¿Eso que es papi?—
Pregunto Daira.

  —El señor que arregla escobas eso creo bueno vamos subamos al auto.-
La carga y llevándola hacia el;
—Deteniéndose de repente y preguntando ¿ Ya llevas todas tus cosas?.—

—Si, ya vámonos.—
Y así la acomoda en la parte del copiloto, abrochando el cinturón de seguridad, cierra la puerta, él sube al auto, encendiendo esté y alejándose de su casa.

Se dirigen al colegio del pueblo; al llegar se baja su tío rápidamente para así abrirle la puerta a Daria.
—Bueno mi brujita hermosa ya sabes que hacer.—

—Si papi, ya sé.—

—Si ocurre algo, no dudes en llamarme vale.—

Ella le contesta de forma dulce.
—¡Si papi!.—
Besándole así la mejilla y dirigiéndose a la entrada del colegio.
Entra al salón sin dirigir ni una sola mirada ni palabra al resto de sus compañeros, así se va a sentar a la parte trasera de este.
Pasando las horas llega el descanso y Daria se levanta rápidamente, dirigiéndose al comedor tomando asiento en una banca apartada del resto de sus compañeros y así preparando su lonche; en ese momento, un compañero de clase corre hacia ella tirándole le gorro que cubría de sus cuernitos y orejas; y todos miraban Daria con asombro y otros con espanto, quedando así ella casi inmóvil.
 
Murmullos
- Que es?
- Un demonio?
- Una bruja?

Daria rápidamente toma su gorro e intenta salir de la cafetería; pero su compañero no la deja, empujándola para hacerla caer al suelo.

Su compañero dice, señalando a Daria
  —¡Eres un asqueroso ser!
¿Que eres una especie de demonio?. Miren chicos aquí está la hija del diablo del que nos platico ayer el profesor.—

Dirigiéndose así todas las miradas hacía Daria a la que le empezaron a brotar lágrimas de la vergüenza, dolor y rabia que sentía en ese momento.

En eso se escuchó decir a un compañero.
  —¿ Que son esos cuernos y esas orejas?.
Y así al mismo tiempo dijo otro más
—  No se pero vamos a echarla de aquí, comenzando así a lanzarle la comida que tenía cerca de él, mientras gritaba
<<Fuera demonio, fuera>>
En ese momento todos se abalanzaron sobre Daria, arrojando así comida e insultos sobre ella.

Daria empezó a llorar más fuerte, mientras les suplicaba que  no lo hiciera
—No por favor, yo no les he echó nada,....por favor ya paren.—

En eso un compañero más dijo
—Pero nos lo puedes hacer ya que eres la hija de Satanás; así que fuera demonio, fuera de aquí.—
Así fue como  Daria tapo sus oídos, mientras  suplicaba con más fuerza que se callaran, pero nadie hizo caso y seguían arrojando sobre ella todo tipo de comida e insultos.
Fue cuando de repente, se escuchó un gran estruendo acompañado de una fuerte explosión; lo que hizo que los compañeros de Daria detuvieran así su ataqué hacía ella;  empezando a buscar la salida rápidamente, pero para su mala suerte casi al instante se escuchó otra explosión la cual hizo incendiar la única posible salida de ahí, evitando que nadie pudiera escapar.
Estando incendiándose así la entrada y la parte de la cocina, la cafetería  se convirtió en un horno el calor era ya casi insoportable, mientras Daria aún seguía en el suelo llorando, y de repente se escuchó una voz decir...

Continuara