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Renjun estaba agotado.
Luego de que su infantil dueño le pusiera un disfraz de dinosaurio y jugara con él alrededor de una hora sin recibir ninguna caricia como recompensa terminó por dormir una pequeña siesta en la cómoda cama de Jaemin.

Lamentablemente, no todo lo bueno dura mucho, ya que a los minutos unos fuertes maullidos provenientes de la ventana lo despertaron.

- ¿Quién carajos viene a joder a esta hora? ¿Acaso no ven que estoy descansando?

Bramó molesto el felino, aunque parte de su ira se desvaneció al ver quien se encontraba en su ventana.

Se trataba nada más y nada menos que de ChenLe, Lele para sus dueños y amigos, él era el gato de los vecinos y era bastante cercano a Renjun, a veces ambos se preguntaban como se llevaban tan bien si es que eran tan diferentes, ChenLe era un gato bastante juguetón y energético, mientras que Renjun era todo lo contrario, dormilón y amargado, tenían muy pocas cosas en común, y entre ellas, el hambre.

- Reen~ ¡Déjame pasar! Mi dueña me puso a dieta porque no quiere que tenga sobrepeso, pero se me antoja algo y tu comida es deliciosa, sé bueno ¿si?

El felino de la casa soltó un pequeño bufido, aunque sabía que se la debía por todas las veces que fue a pedirle esos trocitos de salmón que la dueña de Lele preparaba.

- Bien, pero no puedo abrir la ventana, rodea la casa y entra por la puertita.

Soltó mientras ladeaba su cabeza y se bajaba de la cama, yendo a paso lento hacia la cocina, no se preocupaba de que sus dueños se dieran cuenta del intruso, ya que estos habían salido al parque para pasar tiempo con su hijo.

- Yah, que muero de hambre.

Habló el gato menor una vez que llegó al lado de Renjun, éste no pudo evitar soltar un pequeño maullido de desaprobación al oírlo.

- No seas exagerado, tienes cuatro comidas al día, no vas a morirte si no comes algo antes

De un salto, se subió a la mesada, en donde sus dueños habían dejado unas cuantas croquetas de pescado para alimentarlo.

- Sube y come antes de que lo termine todo yo, aprovecha el bug así como dice el amigo de Jaemin.

ChenLe le hizo caso y apenas trepó se dirigió rápidamente al plato, comenzando a comer.

Ambos felinos pudieron acabar todas las croquetas, aunque a uno de ellos le dolía un poco el estómago, por lo que acabó vomitando parte de la comida y dejando rápidamente la casa de su amigo, dejando a Renjun en problemas.











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