Yunho se volvió una constate bastante grande en su vida, pero realmente grande.
Viéndose los cinco días a la semana al menos diez minutos en la mañana y en las tardes cuando Mingi dejaba a Jongho, no podían besarse en el jardín infantil, menos frente a los niños curiosos y a las parvularias restantes, pero aún así Mingi siempre encontraba la forma de demostrarte a Yunho todo su cariño tocándole de distintas formas.
No podían juzgarlo, Mingi era alguien de tacto, le gustaba tocar a las personas y ser pegote o distante y tosco, era su forma de expresarse que lo caracterizaba y representaba, él era una persona kinésica que era pésima para expresarse a través de las letras sin entrar en crisis o en colapso por su mente inundada. Sus manos eran su método de demostrar sus emociones y por eso siempre tocaba y tenía ganas de tocar a Yunho.
No le decía "Te quiero" porque era un cobarde, pero en vez tocaba sus manos suavemente, las perfilaba discretamente con sus dedos, entrelazaba sus dedos, apretaba sus manos acopladas. Acariciaba las mejillas rechonchas de Yunho cuando sonreía, tocaba con la punta de su dedo índice la nariz contraria. Cuando nadie les miraba, pasaba su brazo por la estrecha cintura del castaño y lo jalaba suavemente hacia él, también tendía a jugar con los rizos de su cabello cuando Yunho se encontraba desconcentrado, Mingi siempre encontraba una forma de demostrarle a Yunho sus emociones a través de su cálido tacto.
Ambos se estaban explorando y conociendo cada vez más, estaban acostumbrandose a la presencia del otro y buscando un cariño y amor.
Mingi no podía creer que en poco más de dos meses alguien podría gustarle tanto como lo hacía Yunho, y tenía suficiente seguridad de que sus sentimientos no se irían tan rápido como volvieron, no cuando Yunho cada día le mostraba un nuevo pedacito de si que lograba enamorarle nuevamente.
Ese día Mingi no había podido ir a dejar ni buscar a Jongho porque tuvo una exposición junto a dos de sus compañeros, y por lo tanto tampoco había visto a Yunho y eso le tenía, solo un poquito, decaído.
No podían culparlo, extrañaba al mayor la mayoría del tiempo.
Con Seonghwa y Hongjoong habían decidido ir al cine luego de clases. Después de que se hayan enterado de que salía con Yunho, no habían vuelto a tocar el tema y Hongjoong les había dicho que se había enfermado del estómago, pero que ya se encontraba mejor.
En fin, Mingi lo veía bien y eso era lo bueno, por lo que cuando se juntó con ellos al salir de su exposición, enseguida decidieron partir hacia el cine, según Seonghwa, había una nueva película de acción que quería ver desde que salió el trailer, y les fue contando de lo que trataba mientras caminaban hacia la salida de la universidad en camino hacia el auto de Mingi.
Pero apenas Mingi visualizó la entrada, una sonrisa boba apareció en su rostro y se desconectó por completo de sus dos amigos.
Yunho estaba allí, esperándole como un pequeño perrito esperando a su dueño. El invierno ya estaba pasando y no estaba tan frio, pero aún así, Mingi sabía que Yunho era friolento, y pudo confirmar que tenía frio al notar como este estaba envuelto y algo encogido como un bebé en un gran achiporrado chaqueton color crema, su cabello cayendo liso por sobre su frente y aquellas mejillas rechonchas, sus labios formando un puchero mientras buscaba entre las personas hacia su persona.
Cuando ambos ojos se toparon, la sonrisa de Mingi se extendió por completo al igual que la de Yunho, y aquello llamó la atención de Seonghwa y Hongjoong.
"Es Yunho hyung", susurró el pelinaranja, sin quitar su vista de la bonita bolita temblorosa que era su casi novio y comenzando a caminar de forma rápida, dejando atrás a sus dos extrañados amigos que apenas escucharon lo que había dicho.
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𝑲𝑰𝑵𝑫𝑬𝑹𝑮𝑨𝑹𝑻𝑬𝑵 𝑩𝑶𝒀 ⸗ ʸᵘᶰᵍᶦ #1
Fanfiction[사랑] donde Mingi va a dejar a su hermanito menor al jardin y se encuentra con Yunho - Primer libro de la saga "Boy" - La mención de esta pareja es activa en los demás libros, pero no es necesario leerlos