Capitulo 5

337 49 7
                                    

Capítulo 5

Hace ya unas horas que la señora Trumbull se había marchado, y mi cabeza seguí tan confundida, era como tener un rompecabezas incompleto.

Intenté acomodarme mejor, pero los lazos no me lo permitían.

La historia se repetía una y otra vez en mi cabeza, estudié cada palabra intentado encontrar la veracidad en ellas, puesto que pudo haberla inventado sólo para ponerme de su lado, aunque además de estar amarrada no me han hecho nada más, y con todo lo que la mujer que me dio la vida me hizo, ya no podía confiar en ninguna de las palabras que me dijo.

Mi madre y yo nunca tuvimos una buena relación, de hecho, no recuerdo tan sólo un momento feliz o en familia que hayamos tenido, ni tan sólo una charla de madre e hija, o una historia antes de dormir, ni un simple abrazo, y menos un beso, ningún tipo de afecto o muestra de cariño, pues está claro que no se puede fingir lo que no se siente.

Me toqué las mejillas y descubrí traicioneras lágrimas que sin darme cuenta derramaba.


Todo era un desastre, la vida me había dado un nocaut en el último raund, y aún me planteaba si podría salir a luchar el próximo, o simplemente huir.

Miré la ventana, donde ya la luz de un nuevo día entraba, un día que pronosticaba muchos descubrimiento y emociones, y yo no estaba preparada, ¿pero acaso la vida nos daba tiempo para prepararnos?.

Escuché pasos que se acercaban, tacones- Julieth- también había otras pisadas más fuertes, un hombre sin duda.

La puerta se abrió dejándome ver a la señora Trumbull, vestida con un pantalón de tela flojo color rojo, y un suéter blanco cuello de tortuga, como lo predije, no venía sola, un chico alto de cabello rizado rubio cenizo, y los característicos ojos color miel, la acompañaba.

-Buenos días- saludó la señora- ¿cómo amaneciste?

- ¿Qué es lo que quieren de mí?, ¿Y qué relación tengo yo con su fantástica historia? -pregunté, directa.

-Yo conocí a tu madre hace mucho tiempo...

-No fue eso lo que pregunté- interrumpí.

-Tú, al igual que tú madre, eres una de nosotros- soltó.

Me reí, solté una amarga carcajada.

-No es cierto- dije -Sólo quiere confundirme.

-Es la más pura verdad- defendió
- ¿Por qué si no te salvaríamos?

-Primero que todo, usted es una desconocida, ¿qué le hace pensar que voy a creerle algo tan absurdo? Y segundo, aún me planteo si fue un rescate.

-Ayrton- llamó al rubio, que se había situado en una esquina de la estancia.

El tal Ayrton le entregó una Tablet, ella la tomó y la puso frente a mí.

Era un vídeo donde estaba en un lugar con muchos asientos, como la parte de adentro de un avión, lo curioso fue que yo me paré de uno de los asientos donde estaba recostada, arranqué con una fuerza que desconocía el cinturón y comencé a destrozar todo a mi paso, varios hombres se acercaron a detenerme, pero los golpeaba, era como un animal, hasta que el rubio logró inyectarme algo y así caí dormida.

-Yo no recuerdo nada de eso- Dije, sorprendida.

-Es porque estabas en fase- explicó la rubia.

-No, esto es una locura- intenté levantarme, pero los lazos me lo impidieron- Quítenme esto- grité.

-Tranquila, si te alteras no llegaremos a nada.

- ¿Que me tranquilice? -pregunté, de forma desquiciada- Hace poco tiempo yo estaba en mi casa, y ahora estoy a saber dónde rayos, amarrada con dos rubios locos que quiere hacerme creer que soy una criatura mágica- gruñí - ¿Cómo carajos me piden que me calme?


-Tu misma acabas de ver el vídeo- habló el rubio- Eso no es normal.

-Está bien, está bien- dije, dando un respiro- Aunque yo realmente sea lo que ustedes dicen, ¿porque debería de fiarme?.

-Annica...

-Permíteme, tía- la interrumpió Ayrton -Sé que esto es difícil para ti, y créeme, si tuviéramos tiempo te pagaría la terapia.

-Ayrton- lo regañó la tal Julieth.

-Tía, por favor- le pidió él -Pero mientras tú gritas como loca- lo miré ofendida, dispuesta a gritarle un montón de palabrotas, el continuó- Allá afuera- señaló con su dedo -Todo es un desastre.

- ¿Y eso es mi culpa? -dije, sarcástica.

-Te explico, querida- tomó la batuta de la conversación nuevamente Trumbull -Existe algo llamado La Comunidad de Luz, esta se forma de todos los cambiapieles que están en los registros, divididos en cuatro clanes: los guepardos, osos, cocodrilos y lobos. Cada uno tiene un líder, y la unión de estos cuatro líderes forma La Cumbre de la Estrella Azul, la cual tiene un rey supremo, en este caso es el jefe del clan de los lobos...

-Disculpen que interrumpa su interesante explicación, pero, esto ¿debería de importarme?.

-Quieren tu cabeza- vaya cuánta sutileza.

- ¿Cómo? -Solté en un grito.

-Tu madre es muy famosa en nuestra comunidad- explicó el chico -Y no por algo bueno, déjame decirte, ella ha asesinado a muchos de nosotros.

Mi mente se puso en blanco al escuchar eso, ella era mala, pero no una asesina, negué con mi cabeza varias veces.

-Ella no es así- la defendí.

-Los sujetos con los que tuviste el accidente- habló la mujer -Son Centinelas, una organización creada por humanos con el fin de destruirnos, porque tienen la errónea idea de que somos seres de oscuridad, que asesinamos a su gente, lo cual no es cierto, todo lo contrario, nosotros defendemos la creación.

- ¿Qué tiene que ver mi madre con ellos? -Cuestioné.

-Es su líder- soltó el señor sutileza.

-No tiene sentido- susurré -Si mi madre también es una de ustedes ¿por qué no está de su lado?.

-Esa es una respuesta que solo ella puede dártela- contestó Trumbull.

- ¿Por qué quieren mi cabeza? -interrogué.

-Porque ellos creen que tú eres igual a tu madre- explicó Ayrton- Y eso te vuelve una enemiga.

-Pero a mí no me interesa lastimar a nadie- les dije como si fuera algo absurdo, y lo era.

-Debes probarlo.

- ¿Cómo? -Cuestione.

Hijos de la Luna ( Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora