Success (Taekook)

Décimo primero ~ Sándwich De Queso

Si vienes, por ejemplo,
a las cuatro de la tarde,
desde las tres comenzaré a ser feliz.
Cuanto más la hora se acerque,
más me sentiré feliz.
A las cuatro, entonces,
estaré inquieto y agitado:
descubriré el precio de la felicidad.
Pero si vienes en cualquier momento,
nunca sabré la hora de preparar el corazón

☆

Luego de una noche de sueño reparador entre los brazos de un tal chico castaño ya bastante conocido para él, volvió a su verdadera ciudad, Seúl. (Conocido porque
conocía su casa, su tono de voz, su sonrisa cuadrada y cómo lucía sin camisa en un día de invierno. También conocía sus labios y cómo éstos eran suaves y se amoldaban a los suyos. Incluso su manía por escribir, o la forma en que su piel se erizaba al sentir su tacto sobre lugares donde la ropa cubre).

En fin, Kim Taehyung no era un desconocido para Jungkook y aunque ahora todo fuera a ser diferente porque él ya no estaba cerca del hogar del mayor y no podría ir a su casa en el medio de la noche, no se permitiría ser ageno a él. Porque ahora lo conocía, y negarle sería como negarse a sí mismo.

No iba a negar que aquellos días fueron destellos de una flor naciendo, aún cuando era invierno y el terreno no parecía ser el apropiado. Aún así, aceptaría los colores que surgían, los aceptaría con la sonrisa más amplia que se le pueda ocurrir y el corazón abierto.

☆

Quince días pasaron desde que Jungkook había vuelto a Seúl. El castaño también estaba en la ciudad hacía un tiempo, mas ellos vivían a media hora de distancia y el azabache estuvo muy ocupado con el desfile.

Ahora que el desfile ya había acabado, el pelinegro se permitió algún momento para respirar fuera de la empresa. Tomó esa oportunidad para invitar al castaño a una cita y Taehyung quería saber cómo preparar al corazón. Él no había olvidado los estragos que el azabache había causado en él.

Marcaron de encontrarse en un parque conocido para ambos, esta vez Jungkook se encargaba del lugar a donde irían.

El plan de Jungkook era sentarse en el césped del mismo parque, literalmente. Había planeado un picnic. Él conocía el ambiente cálido del lugar, y creyó que podía ser una linda experiencia.

Aquél parque tenía una iluminación hermosa y contaba con bonitos sitios de comida alrededor. De hecho había restaurantes que, en lugar de mesas tenían mantas sobre el césped y pequeñas almohadas. Jungkook eligió uno de esos, personalmente su favorito.

No cenaba en ese lugar muy seguido, pero cuando iba, siempre se deleitaba con el delicioso vino blanco que servían. Aunque contrastaba un poco porque la cena eran literalmente sándwiches ya que, sentado sobre una manta en medio de un parque, no sería lo más cómodo del mundo comer un plato de pasta. Pero no era demasiado relevante, el clima lo compensaba sin dudas.

Faltaban diez minutos para el horario marcado, mas el pelinegro se tomó la libertad de llegar un tiempo antes. Decidió esperar a Taehyung sentado en un bonito banco, apreciando la vista en frente de él. Oyendo el ritmo que marcaban sus propios latidos, más rápidos de lo usual y perdiendo su mirada ante la vista, una noche perfecta, concluyó.

Cuando Taehyung encontró al azabache con la mirada, se dirigió hacia él con una grande sonrisa. Jungkook parecía muy enfocado en la vista, dejando ver los delicados razgos de su perfil.

Una vez el menor miró a su lado, notó que el castaño estaba caminando hacia él. Estaba precioso, su alma marcando presencia, haciendo a su corazón ir aún más rápido. "Hola"