𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨; ¡𝐌𝐢 𝐂𝐫𝐮𝐬𝐡 𝐌𝐞 𝐎𝐝𝐢𝐚! ❧𝐒𝐩𝐚𝐫𝐭𝐨𝐫

08.- Niño

Los siguientes días, Sparta se disponía a ver a Raptor a la distancia, pasando desapercibido entre la multitud. Aunque habían algunas veces que recibía la mirada incómoda del mismo. De igual forma, trataba no ser tan evidente, pero ¿cómo serlo?

---Ya no es mi crush...ya no es mi crush.--- repetía Sparta una y otra vez para sí mismo.

---Míralo.--- dijo Lilicros. ---¿No que no le gustaba el contacto físico?--- preguntó en voz baja.

El castaño miró en la misma dirección que su amiga, a unos cuantos metros de ellos, se encontraba Raptor abrazando animadamente a una chica. El castaño miró a su amiga con sus labios entreabiertos.

---Maldito.--- susurró el dueño de la sudadera azul.

---Creo que empieza a caerme mal.--- confesó la peliroja.

---También a mí...es tan...¡ugh!, desesperante.--- gruñó cubriendo su rostro. ---Aburrido y detestable.

---Vaya, hasta que lo dices.--- lili soltó una risita.

---Estoy cansado, es todo.--- suspiró.

♡

---¿Qué hora es?--- cuestionó el castaño tomando un puñado de frituras.

Ya la mayoría de alumnos en su colegio se había retirado, quedando solo algunos grupos de amigos. La oscura noche y el frío se hicieron presentes.

---Casi las 9.--- respondió Mayo cubriendo su boca llena de papitas al mismo tiempo que observaba la pantalla de su móvil.

---Mierda, debo irme. Mi perrito me espera en casa, lo dejé a cargo de agapito.--- tomó su mochila, colocándola en sus hombros. ---Mayonesa, vámonos. Lili, ¿bajas con nosotros?

En ese momento la silueta oscura de Raptor se cruzó por la vista del grupo de amigos. Caminaba tranquilamente, solitario. Mayo y Lili sonrieron.

---¿Bajamos caminando?--- preguntó Sparta casi inconscientemente. No tenía idea de lo que decía.

---¿Vamos?--- preguntó la peliroja de igual forma.

---Vamos.--- dijo el chico de cabello morado opaco.

Raptor ya iba algunos metros más adelante del trío, estos se apresuraron a caminar por la inclinada calle, intentando ser lo más sigilosos que pudieran, sin embargo, Sparta soltaba risitas poco discretas. El chico miró por su hombro ante ello, hizo una ligera mueca, y se dispuso a caminar más rápido.

En la estación de autobuses más cercana, este se detuvo, golpeteando su zapato ansiosamente. Lili había tomado la mano de  su amigo con fuerza, el castaño suspiró. Sabía que en cuanto pasaran a su lado, era muy probable que la más baja lo empujara hacia el pelirrosa con el fin de molestarlo.

De igual forma, no era la primera vez que lo hacía. Y así fue; una vez que llegaron al lugar, la peliroja lo empujó, provocando que ambos chocaran, el castaño suspiró. Mayo detuvo su marcha, los contrarios lo miraron atónitos cuando este se acercó a Raptor y tocó su hombro.

Sparta quería que la tierra lo tragara vivo.

---Oye, ¿bajas con nosotros?--- dijo Mayo al menor.

El de cabello llamativo miró al duo de amigos, señalándolos o más bien al castaño. ---Ah, es por el niño, ¿verdad?--- preguntó. Mayo asintió.

¿Niño?, hijo de tu-...

---Está bien.--- dijo Raptor finalmente encogiéndose de hombros.

Sparta y Lili se miraron mutuamente ante la respuesta del pelirrojo. Este comenzó a caminar a la par delbde lentes mientras estos hablaban, al mismo tiempo que los dos restantes intentaban escuchar algo, sin embargo, fue casi imposible... Raptor hablaba realmente en un tono bajo.

El castaño se dedicaba a sonreír bobamente, estiraba su diestra en un inútil intento de tocar el cabello del azabache. Lili simplemente reía.

---Háblale.--- dijo la peliroja.

---¿Y qué le digo?

---No lo sé, pero, creo que será la única vez que lo tendrás así de cerca.--- lo señaló. ---Tómale la mano.

---Jacky Sieras. No haré eso.--- exclamó. ---Me daría un golpe, o la quitaría, me miraría raro y ¡no!--- negó.

---No pierdes nada con intentarlo.--- sonrió la mayor.

---Si pierdo, mi dignidad.

---No tienes.--- rió. ---Quiero ir al baño.--- exclamó. ---¿Vamos?

---Vale.

El castaño y la fémina se adelantaron a caminar frente a los contrarios, mientras que se apresuraban a llegar al sanitario más cercano.

---Corre, quiero ir con él en el transporte.--- dijo el menor ansiosamente. ---Orina más rápido, ¡Lilicros!

---Ya, ya, corre.--- exclamó algunos segundos después, saliendo del sanitario.

La pareja de amigos se apresuró a caminar hacia la parada de autobuses donde se supone que los Raptor los estarían esperando. Y así fue; con la diferencia que solo se encontraba Mayo con una sonrisa vaga.

---¿Y Raptor ?--- preguntó lili.

---Se fue.--- respondió el azabache pelimorado. ---Oh y dijo que estás loco.--- sonrió nerviosamente.

---Que hijo de...--- susurró sparta.

---Dilo.--- dijeron los contrarios.

---¡Perra!--- gruñó  golpeteando sus pies en el piso.