SI ESTUVIERAS EN SEVENTEEN «Pedidos Abiertos» [HIATUS]

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REACCIÓN:

Intento de suicidio
Parte 2 Maknae Line

Mingyu y Minghao

Ustedes tres decidieron ir a pasar el día en la playa ya que hacía calor y no había más que hacer. Durante ese tiempo los chicos se divertían con sus tonterías de siempre sin saber que tú no la estabas pasando tan bien, pero eras buena ocultando tus emociones por lo que no sospecharon nada hasta que cayó la noche. Mingyu y Minghao estaban guardando las cosas en el coche. Habían aparcado en un sitio algo alejado pues había pocos lugares. En un momento el moreno preguntó por ti, a lo que el chino respondió que habías decidido dar un pequeño paseo mientras recogían. Ya estaba todo listo y te llamaron para que regresaras, pero no respondiste la llamada por lo que volvieron a buscarte. Estaba oscuro y se les dificultaba ver, pero lograron encontrarte, pero no como les hubiera gustado. En lugar de caminar por la arena, en la playa ya no quedaba nadie. Sin embargo, en el agua divisaron tu silueta que se dirigía mar adentro. Los chicos alarmados corrieron hacia ti, mientras tú al notarlos metiste la cabeza bajo el agua intentando quedarte sin aire antes de que llegaran, cosa que no pasó, ya que te sacaron antes. En la orilla solo tosías frustrada, mientras los chicos te observaban preocupados pensando: "No otra vez".

Seokmin y Seungkwan

Os habían llevado a un lugar donde solo se podía apreciar la naturaleza y os habían dado media hora para descansar. El BooSeok estaba encargado de cuidarte. Decidieron ir a explorar el pequeño bosque que se encontraba allí. Mirabas curiosa todas la vegetación, hasta que un arbusto llamó tu atención. En él crecían pequeños frutos rojos, te acercaste a ellos dispuesta a coger uno, pero la voz de Seungkwan te detuvo advirtiendo que eran venenosos y que no debías tomarlos. ¿Veneno eh? Cuando el mayor se alejó tomaste unos tres o cuatro y los escondiste en el bolsillo. Cuando regresaron a la casa y todos se fueron a sus cuartos, tú te encerraste en le tuyo y sacaste los frutos. Miraste uno y sin dudarlo te lo metiste en la boca, en eso entró Seokmin, él no sabía nada de los frutos y como te vio comiendo uno quiso probarlos. Menos mal que el de grandes mejillas pasó por ahí en ese instante y detuvo al vocalista a tiempo. DK le dijo que tú te habías comido uno, pero en cuanto se enteró de que eran venenosos intentó arrebatarte los restantes pero fuiste más rápida y terminaste con ellos. Los dos chicos compartieron una mirada de horror y de inmediato te obligaron a que te metieras en el coche para hacerte un lavado de estómago. ¿Las continuas escenas no iban a acabar nunca?

Hansol

Caminabas por la calle hacia una frutería cercana, ibas a comprar unas ciruelas, ¿por qué? Fácil, estas te provocaban una alergia muy fuerte. Todavía no habías probado ese método. En medio de la ciudad buscaste un lugar apartado, si lo hacías en la casa te descubrirían como siempre. Encontraste un pequeño callejón por donde no pasaba mucha gente y ahí sacaste la fruta. Eras consciente de que lo ibas a pasar bastante mal pero no te importó y la consumiste. Hansol había salido para comprar un antihistamínico para su hermana. Cuando salió de la farmacia escuchó jadeos y una respiración agitada, siguió el sonido curioso y al verte de rodillas tomándote del pecho mientras intentabas respirar se acercó a ti asustado, tu piel estaba llena de ronchas y estaba roja. Sacó el fármaco y de inmediato lo inyectó en tu pierna. En ese momento empezaste a respirar con normalidad mientras te ibas recuperando lentamente. El estadounidense suspiró aliviado, la alergia de su hermana era la misma que la tuya.

Chan

Esa noche ya te habías cansado de todo. Cada uno de los intentos había fallado estrepitosamente, si esto no funcionaba... Cuando todos estaban ya dormidos saliste con sigilo del cuarto y te dirigiste a la cocina. Allí abriste el cajón de los cubiertos del cual sacaste un cuchillo. Observaste el filo donde se reflejaba tu rostro, entonces la duda se instaló en tu cabeza, ¿estabas haciendo lo correcto? Negaste y alzaste el cuchillo en dirección al pecho. El segundo maknae se había levantado con sed y fue a la cocina por agua. Al entrar por la puerta lo primero que hizo fue agarrar el cuchillo e intentar quitártelo pero tú te resististe y te aferraste a él. Estuvieron un tiempo luchando por quedarse con el objeto. Te quedaste sin fuerzas y el mayor consiguió arrebatártelo. Trataste de recuperarlo, pero el chico lo lanzó lejos y te agarró fuerte evitando que fueras tras él. Empezaste a forcejear con pequeños golpes en el pecho pero terminaste llorando entre sus brazos. Dino se sentó en el suelo junto contigo y comenzó a consolarte mientras tu llanto seguía golpeando sus oídos. Después de unos minutos caíste dormida, el mayor solo acariciaba tu cabello y limpiaba los rastros de lágrimas en tus mejillas. Te observó con preocupación y miedo. Iba a ayudarte en todo lo que pudiera, de la manera que fuese. 

Bueno, sinceramente no me ha gustado mucho como quedó, pero mi imaginación no daba para tanto. 

No sé si les haya gustado, si no es así lo siento. Intentaré que salga mejor la próxima vez.