4

526 96 46
                                    

Cuando Yoongi se quedó solo en el departamento, no le quedo de otra que levantarse y prepararse para iniciar su día, a diferencia de Jin, no contaba con una hora fija de llegada, debido a que Yoongi era el Jefe, uno muy singular

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando Yoongi se quedó solo en el departamento, no le quedo de otra que levantarse y prepararse para iniciar su día, a diferencia de Jin, no contaba con una hora fija de llegada, debido a que Yoongi era el Jefe, uno muy singular.

Se podría decir que Yoongi poseía su propia empresa, que trabajaba como una "empresa de seguros" pero en realidad su edificio estaba lleno de matones, liderados por su persona, en otros tiempos llamados Kkangpae o Gansters, solo que ahora eran mucho mas sofisticadas y mejor jerarquizados. Yoongi empezó hace muchos años atrás, era solo un chiquillo de la calle, nunca conoció a sus padres y el orfanato donde vivía era un asco, apenas los mantenían con vida sólo para no tener quejas del gobierno, cuando Yoongi cumplió los dieciséis decidió escapar de aquel horrendo lugar y desde entonces las calles fueron su hogar. Al principio fue duro, pues vivía del día a día, con trabajos inhumanos que le dejaban moretones y un dolor excesivo en su cuerpo, pero tiempo después, cuando era repartidor en un restaurante de comida rápida, durante una entrega conoció a su mentor, el Jefe Bang. Se suponía que Yoongi solo debía de dejar la comida e irse, pero lo que pasó dentro del complejo de departamento fue inesperado. El Jefe Bang hablaba con un tipo en el pasillo del segundo piso, mientras Yoongi dejaba los alimentos en el departamento de a lado. Inesperadamente, él tipo saco un arma y la apunto contra el Jefe. Yoongi se quedó helado mientras los hombres intercambiaban insultos y palabras, lo peor vino después, cuando el Jefe Bang de un golpe le quito el arma y esta fue a parar a los pies de Yoongi.

–¿Qué esperas niño? Toma el arma y dispara–Gritó el jefe Bang mientras forcejeaba contra el hombre–Hazlo, imbécil.

Yoongi no supo porque lo hizo, pero con sus dieciséis años levantó el arma, le quito el seguro como en las películas y con suerte, le dio al hombre, quien cayo sobre el jefe, muerto.

Para todo adolescente podría ser una experiencia traumática, pero para Yoongi fue una descarga de adrenalina pura, e hizo lo que ni el jefe Bang esperó, sonrió. Estaba fascinado con la experiencia, era algo diferente a lo que conocía, lo hizo sentir seguro y poderoso.

–Gracias, chico–Dijo el Jefe, levantándose–Te debo una.

Yoongi le entregó el arma.

–Pagueme–Respondió–Quiero trabajar para usted.

El Jefe Bang lo miró con gracia.

–Eres un chiquillo.

–Tal vez, pero no me dio miedo disparar, seguro que chicos así le sirven.

El Jefe sonrió.

–Ya veremos.

No sucedió como en las películas, donde lo reclutan, lo hacen parte de la pandilla marcándolo con un tatuaje que  lo distinguiera como parte de la misma, lo vestían de traje y lo mandaban hacer rondas por los clubes y sus zonas de entrega de drogas. Para poder de gozar de la protección y beneficios de la pandilla, debía de pasar una serie de pruebas/entrenamientos que harían temblar a la sociedad de saber lo que acontecía en las sombras de los barrios bajos y pobres de Seul. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 15, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Two Worlds || SujinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora