Capítulo 4

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A la mañana siguiente, se despertó un poco cansada, no había podido disfrutar una noche de sueño tranquilo, le daban vueltas muchas cosas por la cabeza, Naruto, el clan, Hanabi y el sello, tenía que hacer tiempo antes de que la nombraran líder del clan, y no sabía cómo, sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz ruidosa muy conocida.

-Nee-san, cuéntame todo, dime ya no serás una solterona sin remedio, tengo que decirle cuñado o puedo seguir diciéndole pelos necios- decía Hanabi subiéndose a la cama con su hermana, dando brincos para molestarla.

-Hanabi, Naruto-kun y yo somos am..amigos solamente...-se tapó la cara con la almohada.

-¿Estas bromeando?, sabía que era un tonto pero no que era un estúpido- dijo al tiempo que se sentó cruzada de piernas y de brazos.

-No digas esas cosas, yo fui una tonta, debí darme cuenta después de tantas veces que le demostré mis sentimientos, y yo continué buscando estar en su vida.... Agradezco que fuera honesto y tan buen amigo conmigo- acertó a decir.

-Vaya, parece que ya te resignaste a ser una solterona- se burló –Pero quiero que sepas que siempre estaré a tu lado- termino diciendo.

-Yo también te quiero hermana- se levantó para abrazarla pero la menor la empujó -¿eh? No creas que por eso soy igual de cariñosa que tú- terminó diciendo para luego salir de la habitación de Hinata.

-Es por eso que tengo que encontrar la forma en la que no te pase nada malo hermana, yo siempre te protegeré- decidida se levantó para cambiarse e iniciar su rutina. Una vez que saliera de la habitación se encontró con su primo en el claro de entrenamiento de la mansión, él estaba sentado esperando verla, -Hinata-Sama, buenos días- dijo el chico.

-Hola Nii-san, ¿cómo estás hoy?- le dijo alegre

-Me siento bien pero aun no me dejarán continuar mi entrenamiento, quisiera poder ayudarla- dijo muy afligido, -No te preocupes Nii-San, creo que podremos entrenar mejor si tú me das instrucciones- se sentó al lado de él.

-Nii-San quiero darte las gracias por acompañarme a casa el día de ayer- murmuró

-Yo soy su protector y si mi condición no me deja protegerla en la batalla, haré todo lo que sí pueda hacer para estar a su lado- dijo dándose cuenta lo raro que se escuchó.

-Naruto-kun, no me ve como mujer, el so..solo me ve como su amiga-

-Hinata-Sama, usted es todo eso y más, el no se dio cuenta lo increíble que es usted, no ve lo que yo puedo ver- se sonrojó

Hinata se desconcertó por esa honestidad, ahí estaba nuevamente un miembro importante del clan recordándole lo importante que era ella. –Neji nii- podía sentir algo en el pecho, le gustaba que fuera precisamente él quien le dijera todo eso, siempre había admirado a su primo, si diferente que a Naruto pero Neji era único, refinado, elegante, fuerte, valiente e inteligente, y claro no se ocupaba del Byakugan para darse cuenta que era realmente apuesto. Se quedaron viéndose un rato hasta que fueron interrumpidos por un conocido.

-Neji-San, Hinata-Sama, es un gusto verlos- saludó el pálido ninja artista.

-Sai-Kun, ¿Qué haces tan temprano? ¿Buscas a Otousan?- pregunto la peliazul.

-No precisamente, como ustedes saben estamos organizando un nuevo grupo de Anbus, y el Hokage mismo me solicito que seleccionará a los mejores younnins de la aldea, y eh venido a buscarte Neji, creo que complementarias muy bien nuestro equipo, eh seleccionado a miembros de distintos clanes y esperaba que salieras del hospital- explicó

Un final diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora