Legué a casa, mis padres me estaban esperando para comer, para variar me acosaron a preguntas mayoritariamente de por qué llegaba tarde y ya al rato una o dos de como me había ido el día.
Mientras comiamos, estuvimos hablando de varios temas, yo les conté que tal me había ido y ellos que habían hecho por la mañana.
Terminamos de comer y subí a mi habitación, empecé a hacer los deberes que me habían mandado, tenía bastantes. Pasado un rato los terminé, estuve un rato distraida y pensando en que podria echaerme una buena siesta en ese momento, pero sabía que si no empezaba a estudiar, no conseguiría aprobar. Pasé dos o tres horas estudiando los apuntes que me habían dado hoy, ya que no tenía los anteriores porque no me los habían mandado, también estuve echando un vistazo al temario de Matemáticas, se me daban fatal. Digamos que me eché las manos a la cabeza y dejé el libro, iba a tener graves problemas con las mates este curso,estaba segura.
Eran las siete, me acordé que volviendo de clases vi que había un Starbucks no muy lejos de mi casa, y la verdad, ahora mismo se me antojó ir. Mis padres no estaban, mi padre estaba trabajando y mi madre había ido al centro. Tampoco creía que fuera a tardar mucho así que cojí algo de dinero y mis cascos y me dirigí al Starbucks.
Para ser un día entre semana, había bastante gente, en España entre semana no suele haber mucha gente ni en los bares ni en tiendas, pero bueno, esto no era España. Pedí un frappuccino de chocolate y me senté en una de las mesas del final. Comencé a beber mientras leía una novela que tenía en mi querido iphone, estaba bastante concentrada, tanto que no me di cuenta que alguien se sentó enfrente mía
-¡Hola!- me dijo. Pegué un grito, pero una mano me tapó la boca.- pero no chilles mujer- si no lo veo no lo creo, era él, Harry, ¿pero que hace aquí?- Joder me has asustado, ¿me persigues o algo?- pregunté. - lo siento no quería asustarte- dijo haciendo una mueca.- No no, la pregunta aqui es si tu me persigues a mi, estaba sentado en una de las mesas del principio con unos amigos y te he visto entrar.- continuó. - ¿vives por aquí?- finalizó - si, vivo a dos calles de aquí ¿ y tú vives por aquí?- Ya sabía que el no vivía aqui, pero tenía curiosidad de ver que me contestaba. Me miró algo extrañado- ¿Te pasa algo?- Pregunté, el sonrió, una vez más volví a pensar en que este chico tenía la sonrisa más perfecta del mundo entero. - no exactamente, vivo algo lejos- me contestó - vaya- dije disimulando.
Estuvimos hablando un buen rato, me había dejado llevar. Me sonó el móvil, era un mensaje. Lo miré y eran como unas 50 fotos de apuntes - ostias- solté. Harry me miró algo preocupado- ¿Estas bien?- me dijo- si, es solo que, no llevo mucho tiempo viviendo aqui y me he incorporado hoy al instituto. Me acaban de mandar unas pocas fotos de apuntes y creo que voy a morir- le dije.- Bah no será para tanto- me contestó. Entonces me comenzó a sonar el movil, era mi madre.- ¿PERO QUE HACES A ESTA HORA FUERA DE CASA?- Despegué el móvil de mi oreja, mi cara debía ser un poema. Harry me miró con asombro y rió. Volví a ponerme el móvil a la oreja. - VEN A CASA AHORA MISMO.- Mi madre colgó.-Supongo que tienes que irte- me dijo harry con un tono divertido.- pues si, debería, ha sido un placer poder hablar con usted señor styles- le contesté con el mismo tono divertido. El soltó una carcajada -Eso de señor Styles me ha gustado.- me respondió- Lo sé- sonreí- Bueno, ya nos veremos otro día- me despedí.-claro, hasta otra- se despidió tambien.
Me dirgí a la puerta pero harry me llamó y me giré -¿te parece bien si me das tu número y mañana quedamos para venir otra vez? me ha gustado hablar contigo- me dijo algo vergonzoso- em.. si claro- cogí una servilleta, pedí un boligrafo y le apunté mi número. Nos volvimos a despedir y me fuí.
