El omega perfecto [Seventeen]

Capítulo 17. Luna Menguante (parte 2)

Despues de la cena el Mayor se ofreció a mostrarles el templo junto con los Menores, los demás aceptaron, pero Wonwoo consiguió escabullirse fuera del templo para poder estar en paz por primera vez en el día. Le gustaba estar rodeado de ellos, pero de vez en cuando prefería estar solo, sin que nadie lo viera o lo vigilara, o se preocupara por él. Detestaba que tuvieran que cuidarlo... Wonwoo siempre se cuidó a si mismo, no necesitaba a nadie para que lo hiciera, ni siquiera necesitó que Mingyu lo cuidase.

Había estado escondiéndose como un cachorro, corriendo detrás de sus amigos cuando antes estuvo dispuesto a pelear por ellos, a hacer lo mismo que estaban haciendo por él, pero de alguna manera no se sentía del todo correcto. Wonwoo no quería ser protegido... o quizás, lo que no quería era correr detrás de ellos como un cachorro asustado. No quería que los demás se preocuparan tanto por él, o que sintieran la necesidad de arriesgarse.

Minghao lo hizo una vez, no le gustó, no le gustó que tan solo huyó de ahí dejando a Minghao con aquel alfa, dejándolo solo como un cobarde lo haría. Y tampoco le gustó cuando Jeonghan lo mantuvo detrás suyo, arriesgándose a cualquier cosa que fuera a hacer el alfa... Y Seungkwan... Seungkwan realmente se enfrentó al tipo de alguna manera, no tuvo miedo de hablar frente a él y encararlo, ese pequeño chico tan amable y sonriente no tuvo miedo como Wonwoo lo tenía. Todos ellos lo cuidaron, pero Wonwoo prefería que se alejaran.

¿Qué haría si les pasaba algo por su culpa? Ni siquiera tenía que ser su culpa como para rechazar la idea de que salieran lastimados, simplemente no quería que se arriesgaran más por él.

Sonrió con pena recordando lo seguro que se sintió cuando los vio a todos, cuidándolo como a un cachorro, incluso Jihoon. Nunca imaginó que cuatro personas que nunca había visto en su vida antes de llegar ahí lo terminarían protegiendo más que alguna otra persona, de hecho, nunca imaginó que necesitaría ser protegido, ya que Wonwoo sabía cuidarse por si mismo. Pero las cosas eran curiosas, porque cuatro omegas encararon por él a un gigantesco alfa.

Alzó la mirada y contempló la luna. No era devoto a la luna, de hecho, la mayor parte de su vida la trató como solo una roca sin sentido, un satélite que ayudaba a regular las olas o algo así, hasta que Seungkwan llegó con todo su misticismo y amor por ella, diciendo cosas acerca del amor verdadero o de las personas predestinadas. Fue solo ahí que comenzó a verla como algo más. Seguía dudando un poco, pero al final del día él también quería alzar la mirada y sentir a una amiga que lo ayudara, o que guiara sus pasos. Seria lindo pensar así.

Suspiró.

—Las jodidas plantas.— Dijo tan pronto las recordó. Su compañero se había decepcionado mucho cuando no las llevó esa mañana, dijo que no había problema, pero que aun así debían hacer el trabajo y conseguirlas pronto... y ya era de noche.

Se puso de pie mirando el bosque, quedaba demasiado cerca del santuario, y si conseguía al menos las plantas que estaban cerca podría buscar las demás al día siguiente, y así cumpliría con su parte del trabajo. Miró al templo y despues a la escuela, no había manera de que el alfa lo siguiera acosando ¿verdad? Habían pasado horas en el templo y no se había aparecido cerca, seguramente tendría un trabajo al cual responder, como cuidar a los omegas dentro de la escuela. Miró de nuevo el bosque y torció los labios.

¿debería de pedirle ayuda a los chicos? No, despues de todo era su tarea y ellos estarían divirtiéndose recorriendo el aburrido templo, y Wonwoo no era un niño pequeño como para irle a pedir permiso, ni siquiera necesitaba notificárselo al jefe (Jihoon) él era un casi adulto y podía ir a donde quisiese... aun si seguía temiéndole a un estúpido alfa. Solo iría, recogería un par de hongos o algo así y regresaría como si nada, no tenía por qué tardarse.