Capítulo 5.2

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Resulta que los días pasaban más rápido cuando se estaba ocupado pensando en cualquier otra cosa que no fueran las clases. Eso lo descubrió Seungkwan mientras veía su libro de matemáticas y no lograba comprender ningún número. Ya iban a cumplir una semana desde que las clases iniciaron y su cabeza aun no lograba asimilar todo y lo peor era que estaba por tener un examen el lunes. Bien, los exámenes lo asustaban un poco, pero no tanto como el prefecto que pasaba cada media hora por su habitación.

Seungkwan intentó conversar con el alfa y ser amable pero este tipo tan solo le dio un par de órdenes y se marchó para volver a aparecer media hora despues. A Seungkwan no le molestaba que pasara cada cierto tiempo, si fuera Seokmin las cosas serían muy distintas y él podría conversar con el amable alfa en lugar de agachar su cabeza y comenzar a leer su libro. Era estresante, y más estresante era el silencio a su alrededor, su compañero se la pasaba dormido en lugar de estudiar.

Levantó la mirada de entre las páginas de su libro de historia y observó la puerta abierta, el prefecto le había ordenado que la mantuviera así. Las otras puertas estaban cerradas y los demás alumnos disfrutaban de su privacidad mientras que él tenía que soportar la pesada mirada del alfa. Estaba a poco de golpear su cabeza contra el libro. O la del alfa.

Escuchó pasos fuertes por el pasillo y suspiró con fuerza intuyendo que sería nuevamente el alfa dando su decimocuarta vuelta. Giró hacía su compañero de cuarto y este seguía dormido. Ya no le sorprendía, se habían hablado poco desde que llegaron y lo poco que hablaron fue acerca de su horario y de como no encajaba del todo bien.

—Seungkwan.— Escuchó la voz de Wonwoo y de inmediato levantó el rostro y giró hacia la puerta. El chico estaba ahí haciéndole señales. —Ven.— No esperó ni siquiera dos segundos para levantarse casi de golpe y salir corriendo por la puerta. —Vamos.

Wonwoo se dio la vuelta y comenzó a caminar. Bien, no tenía nada que hacer y no tenía prohibido salir de su habitación, así que se libraría del molesto alfa que estaba custodiándolos. Corrió detrás de Wonwoo.

—¿A dónde vamos?— preguntó cuando caminaban por los pasillos.

—A la oficina de Hoshi.

—¿él nos llamó?

—Solo cállate y camina.

Se apresuró a caminar. Los pasillos eran silenciosos, la mayoría de las puertas estaban cerradas a excepción de algunas que estaban tan abiertas como la suya, y en cada una de las que pudo ver había por lo menos un alumno dormido sobre su cama. ¿Por qué? Se preguntó sin poder ignorar a los omegas que dormían, algunos incluso parecían estar enfermos ¿era una epidemia? Levantó sus manos cubriendo su boca y nariz.

Cuando llegaron a la oficina del profesor Hoshi Wonwoo abrió la puerta y casi lo empujó dentro. Y justo despues de que él entrara cerró la puerta. Bien, Wonwoo tenía que aprender a ser un poco más amble con las personas.

—¿Por qué lo trajiste?— Escuchó la siempre amable voz de Jihoon. —Pensé que tenías que ir a hacer algo importante.

—Y ya lo hice.— Respondió Wonwoo.

—¿traer a Seungkwan es importante?

Seungkwan le sonrió a Jihoon. Claro que era importante.

—Te dijimos que esto tenía que quedarse entre nosotros.— Habló Jeonghan. —él no tiene por qué estar aquí.

—Está aquí porque quiero que esté aquí. Si tienen algún problema pueden irse.— Respondió Wonwoo dejándose caer sobre el gran tigre de peluche que había en el suelo. —Despues de todo soy yo el que tiene la llave.

El omega perfecto [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora