perspectiva de doyoung ♡
¡ el lago es un buen lugar para conquistar corazones !
yo he vivido desde mucho, pero al pasar el tiempo ya olvide mi pasado, creo que simplemente se esfumó cuando los años pasaron con una extensa y aburrida tranquilidad que me volvieron un simple ser del lago, algo más del pequeño pueblo donde habito.
¿mis inicios, nacimiento? no lo recuerdo, entiendan, sólo sé que vivo dentro del profundo lago; el sol es muy dañino para mi, a veces hace que mis escamas se caigan y solamente quede mi carne roja, eso es demasiado incomodo porque el lago se encontraba bastante contaminado gracias a los múltiples desechos que lanzaban las personas y si eso tocara la carne, sería un extremo dolor. chenle -un curioso pecezuelo que estaba junto a mi- murió cuando decidió subir ha observar unos jóvenes que reían sin parar, sus ruidos chocaban contra los grandes arboles que yacían plantados junto al lago, chenle quería conocer a alguien más para poder ser un ser normal, pero nosotros no somos normales; no entendió que nosotros somos seres del lago, un secreto extraño, unas mierdas abominables que fueron desechados por su creador y así quedar a la suerte del destino. puede que sus escamas sean hermosas, de un bello menta reluciente, con un brillo esplendoroso que resaltaba gracias al sol.
ese día chenle murió, sus gritos casi me ayudaron a arrancar mis oidos de un sólo tirón, pero ¡mirenme! estoy mejor que nunca, era tan adorable... aunque me caía algo mal por ser tan horriblemente chillón; un tierno pececito que llamó la atención de un lindo joven campesino, lee taeyong.
taeyong, con sólo mover mis labios para decir su nombre me hace revolver el estómago en un delicioso sentido, como si unas mariposas chocarán y revolotearan sin parar en mi interior, mis mejillas no pueden sonrojarse, ya que tengo escamas moradas y eso es un impedimento para ser adorable. ahora sólo puedo observarlo bajo la luz de la luna, sin despegar mis ojos sobre él, demasiado perfecto aún con sus ropas sucias y rotas. “¿crees que algún día puedas salir de aquí?” tan suave y sereno, esa voz que acaramelaba mis oídos siempre que hablaba a mi lado. mis brazos apoyados sobre el césped verdoso, sintiendo como algunos bichitos subían por mis brazos, mi aleta se movía con rapidez sobre el agua que brillaba por la luna, dando destellos blancos junto a un tono azulado que deleitaba con mis ojos. “me gustaría poder irnos juntos, poder viajar por el mundo.”
mis escamas moradas celestiales y mis ojos negros como el cielo estrellado que acompañaba la luna redonda, ambos sonriendo como alegría y ternura cuando la fogata alumbraba nuestros rostros, taeyong no dejaba de observar las estrellas, contando cada una en su cabeza. esos ojos redondos con chispas que explotaron al momento que yo lo besé sin pensarlo más, sin contenerme más; sintiendo sus delgados labios se movieron inocentemente sobre los míos, sin saber cómo actuar, taeyong solamente era un chico de una familia extremadamente religiosa, no sabía nada sobre la vida y ansiaba poder viajar por tantos lugares.. tristemente le arranque sus alas.
“a mí me encantaría taeyong. me encantaría poder estar junto a ti por toda mi vida, mi corazón y estómago no paran de rugir por tenerte junto a mi espíritu.” susurré al momento de separarme, taeyong no entendió y por eso siguió a mi lado, sentado y apretando el césped entre sus delgados dedos. “quiero comerte.” el frío abrazaba a mi cuerpo, pero no podría dejar de observar a taeyong, porque simplemente era taeyong. un dulce chico que siempre guardaré en mi corazón y estómago.“quiero tenerte por siempre conmigo.”
no lo resistí más, lanzandome sobre su boca, probando cada vez más de él, apretando su cabello largo y castaño para que no pudiera escapar de mí. unos chillidos dolorosos que taladraban mi interior, “¡déjame, doyoung! ¡alejate!” golpea mi rostro con su fuerte mano, pero eso no impide que vuelva a tenerlo junto a mí, apreté su piel contra mis dientes afilados por unas piedras que hay cerca del lago, cada día hacía eso para prepararme antes de comer algo delicioso y taeyong era eso en todo el sentido de la palabra. sangre escurriendo de mi boca, el sabor salado entrado a mi ser y yo saboreando a cada segundo su sabor metálico, un aroma a miedo saliendo de los poros de taeyong, amando un poco -muchisimo- más a mi pobre chico; labios destrozados y una mirada perdidamente aterrada, intentando escapar de mis brazos y yo solamente deseaba seguir probando más y más de taeyong, y lo logré. seguí por su cuello, lamiendo con mi afilada y áspera lengua su delicado cuello de seda, oyendo un doloroso jadeo al raspar en profundidad su piel, sacando algo de sangre, mi lengua era parecida a un tipo de lija extraña y a mí me encantaba demasiado tener algo parecido para poder devorar tan rápido. mis manos escamosas apretando sus manitos, intenté calmarlo pero ya no reaccionaba.
“¿taeyong?”
no respondió más, pero seguí probando más, proseguí a su pecho y con un golpe saque un pedazo de su ser: corazón. sabía tan bien, malditamente bien, algo dulce con un toque ácido, como las naranjas, no pare de comer hasta que mi estómago dolió, quiero pensar que a taeyong tampoco le dolió mis dientes y mis ansias pero no me pude controlar.
no me pude controlar y ahora me volví a quedar solo.. me lo merezco. creo que me quedaré por siempre en este lago, pero aquí se logran conquistar corazones, raro pues soy un ser horrendo, aunque extrañamente taeyong se enamoró de mí, y yo de él y su auténtico sabor.
yo he vivido desde mucho, pero al pasar el tiempo ya olvide mi pasado, creo que simplemente se esfumó cuando los años pasaron con una extensa y aburrida tranquilidad que me volvieron un simple ser del lago, algo más del pequeño pueblo donde hábito.
hasta que volvió alguien más.dice que se llama sungchan, es un pequeño niño; mucho más pequeño y joven que taeyong, quien solamente fue un adolescente que devore hace muchos años.